Boku No Lujuria Academia (+18)

1. Bakugo Katsuki

Estabas esperando a que llegara Katsuki al departamento para celebrar sus dos años de novios. Tenías ya lista la cena, un poco romántica la situación,  velas aromáticas, música para la ocasión, de cenar prepareaste una pasta picante (ya que los dos son fanáticos de lo picante) acompañado con albóndigas y un vino que tenías aguardando varios meses atrás para este día.

Pasaron los segundos, minutos hasta horas, y Katsuki no llegaba, sabías que su trabajo de héroe es pesado, pero hoy era un día importante para los dos.

Te estaba pegando el sueño te levantaste para ver el reloj ya era la 1:30 am decidiste ir a dormir, apagaste las velas y apagaste la luz dejaste la comida en la mesa, te retiraste de la cocina y fuiste a la habitación te recostaste en la cama poco a poco te dormiste.

Escuchaste unos ruidos extraños en la entrada, rebisaste el reloj eran las 2:20 am no habías dormido mucho. Aún tenías puestoel vestido que compraste para la cena, te levantaste a revisar, al entrar al pasillo notaste la cabellera de alguien, era Katsuki.

—Pensé que ya estabas dormida— dijo sin mirarme.

—¿Solo eso vas a decir? ¿Sabes que día es hoy, no?—Estaba enojada con obvia razón. Se quedó callado sin emitir ningún sonido por unos segundos, normalmente él no deja que cualquier persona le reclame algo, excepto por mí.

— Aunque sea mórame al rostro — Mi tono de voz era demandante, Katsuki volteó hacía mi dirección, estaba dispuesta a hacer un show por esto, lo mire detalladamente, mis ojos se abrieron como platos al notar el gran moretón que tenía en el cachete, su nariz con gotas de sangre amenazando salir.

— ¿Qué te pasó? ¿Quién hizo eso? — dije al acercarme a él, sé que no es grave la herida, pero es imposible no preocuparme por él, aunque sea un idiota.

Un lindo y testarudo idiota.

Estando enfrente de él me hinqué para quedar a la altura de su cabeza.

— Me peleé con un villano, no es nada. Estoy bien — seguía sin mirarme a los ojos, tomó mis manos y las juntó con las suyas.
— Se que hoy es nuestro aniversario, lamento no haber llegado a tiempo.

Sonreí al escuchar su disculpa, subí mi mano a su rostro acariciando su mejilla con delicadeza, en un intento de decirle "Esta bien, lo entiendo". Bajé la mano para posicionarla en su mentón alzando su cabeza, muestras miradas se cruzaron, sus rojizos ojos me atraparon, su cara bien definida era mi canción favorita, podría verla todos los días y nunca me cansaría de apreciarla.

— Hice pasta, nuestra favorita — él solo me miraba un brillo en sus ojos se hizo presente al aspirar el olor de la comida. 
— Aunque debe estar fría ya — de su garganta salió una carcajada, la risa de Bakugo es perfecta.

Katsuki pasó su mano izquierda a mi nuca acercándose a mi rostro, me incliné recargando mi peso en sus piernas con ayuda de mis manos, nuestros rostros a centímetros ocasionando que nuestras narices rozaran, él con ayuda de su brazo derecho rodeó mi cintura con fuerza sentandome a horcajadas encima de él, su mano izquierda apretó mis glúteos haciéndome sacar un chillido.

—¿Y si mejor pasamos al postre?— dijo susurrando cerca de mi oído, ocultó su rostro en el hueco de mi cuello besando lentamente mi piel, mordidas, besos y la respiración de Katsuki era lo único que podía pensar ¿enojo? ¿Qué es eso?

Seguía apretando con fuerza mi glúteos, mientras sus besos pasan de mi cuello a la mandíbula hasta llegar a los labios atrapandolos en un beso demandante y controlado por él.

Hace calor ¿no?

Una de sus manos iba subiendo por toda latitud de mi espalda  llegando al cierre del vestido para bajarlo, los tirantes cayeron por mi hombros dejando a la vista mi senos descubiertos, pues no llevaba sujetador.