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Narra 5 (1)

-Oigan, quiero aclarar los últimos detalles -habló Klaus una vez llegamos al final de las escaleras.

Le dijimos a Ocho lo que haríamos y también que después de eso se lo diríamos todo.

-Solo tengo que ir a ese lugar y fingir ser su querido padre, correcto?

-Si, algo como eso -dije.

-Y cuál es la la historia de fondo? -preguntó.

-Qué? -susurró Ocho.

-De que está hablando? -le preguntó Cinco.

-Digo era muy joven cuando los tuve? Cómo de 16? Jóven y terriblemente perdido?

-Si, seguro -susurró Cinco mientras veía a Ocho yéndose.

A dónde iba? Ya nos íbamos. Cinco la detuvo agarrando su brazo, Ocho le dió un manotazo.

-Su madre, esa zorra. Quién quiera que sea, la conocí en... -se quedó pensando- ..la disco, si eso. -asentí junto a mi hermano- Recuérdenlo. -apuntó.

-Cállate -susurró Ocho yéndose otra vez, Cinco iba a detenerla de nuevo pero lo miró y bajó la mano, se dirigió a la salida.

-Y para el sexo era asombrosa.

-Qué vistazo tan perturbador a eso que llamas tu cerebro. -le dijo Cinco siguiendo a Ocho.

-Niños no me obliguen a quitarles la mesada -les dijo a los que estaban saliendo.

Íbamos en camino, pudimos teletransportarnos pero Ocho y Klaus dijeron que no, así que no quedaba de otra que irnos caminando. Klaus hablaba y hablaba diciendo puras estupideces.

-Si no lo callan me voy a ir -nos dijo Ocho.

-Klaus -le habló Cinco- Ya cállate.

-Eso va a funcionar -le dijo Ocho con sarcasmo.

Ocho había intentado usar su poder con Klaus pero el no la miraba, cerraba los ojos diciendo que no iba a caer en su hechizo, estaba drogado.

-Klaus te pago si guardas silencio -le dijo Ocho. Klaus abrió los ojos mirándola. Ocho hizo lo que estaba intentando- idiota -le dijo.

Al fin habíamos llegado al hospital. El camino había ido incómodo, Ocho se adelantaba y teníamos que seguirle el paso. Nadie hablaba y mi hermano y yo nos mirábamos de vez en cuando.

Entramos y vinos al doctor que nos había visto antes. Casi nos sacan pero gracias a Klaus ahora estamos adentro de su consultorio.

-Cómo le dije antes a sus hijos la información de las prótesis que fabricamos es estrictamente confidencial -le dijo a Klaus. Cómo sería tener a Klaus como padre? Me dejaría tomar y drogarme? - Sin el consentimiento del cliente no puedo ayudarlos.

-Si no nos dice su nombre no nos dará el consentimiento. -le dijo Cinco recargado en el escritorio.

-No es mi problema -le dijo el doctor, Cinco apretó los labios- Lo siento, no hay nada más que pueda hacer así que... -Klaus lo interrumpió.

-Y que pasa mí consentimiento?

-Cómo dice?

-Quién te dió permiso a ti para lastimar a mis hijos? -nos apuntó, los tres lo volteamos a ver.

De que habla?

-Qué? -preguntamos los cuatro en coro.

-Ya me oíste -le dijo.

-Yo no toqué a sus hijos.

-A enserio? Entonces por qué uno tiene el labio hinchado? -le preguntó poniéndose de pie al lado de nosotros tres.

 𝑮𝒆𝒎𝒆𝒍𝒐𝒔 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora