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Narra 5 (2)

Hoy era el día. Hoy íbamos a volver a casa. Después de tanto tiempo de desperdiciar nuestras vidas. Intentamos volver antes pero no funcionó.

Después de tantas ecuaciones hechas, por fin logramos conseguir la correcta.

Estábamos cumpliendo, entre comillas, una misión que nos había asignado la encargada. El gemelo y yo pensamos que solo se aprovechó de nosotros, eramos jóvenes, no sabíamos lo que hacíamos. Ahora somos unos viejos, desperdiciamos nuestro mejor momento en una señora que no valía la pena.

-De acuerdo, estás listo? -le pregunté.

-Si, siempre estoy listo -dijo tomando su refresco.

-Bien -susurre viendo como dejaba la lata de refresco en el suelo.

Juntamos nuestras manos y empezamos a abrir el portal, empezábamos a ver el jardín. Se veía mal, recuerdo que antes era más verde.

Un extintor salió volando del otro lado, Cinco y yo nos vimos. Casi lo golpea. Que idiota.

-Ahora -dió la señal.

Empezamos a tratar de entrar al otro lado, visualice a unas personas, supongo que mis hermanos. Era una sensación rara, no era cómo las pequeñas teletransportaciónes que solía hacer.

Caí de panza al suelo, y sentí otro peso encima.

-Quítate! -empujé a Cinco.

-Hey idiota -se quejó, lo voltee a ver mientras me paraba.

Mierda.

-Alguien más está viendo a los pequeños número cinco o es idea mía? -habló Klaus.

Observe a mis hermanos, era raro, nunca pensé que alguna vez los extrañaría. Sabía que iba a querer irme de nuevo después de unas horas con ellos.

Dirigí mi mirada hacia mi cuerpo.

-Carajo -nos quejamos mi hermano y yo.

Volví la vista a mis hermanos y a una niña. Estaba...como cuando nos fuimos. Mire a Cinco, quién también la estaba mirando sorprendido. Fruncí mi entrecejo y me dirigí hacia adentro de la casa, sentí como mi hermano me seguía.

-Pero... Ellos... -escuché decir a Luther dejando al aire. A los minutos ellos también nos seguían.

Entramos a la cocina. Ví como todos tomaban asientos. Mi vista se dirigió a Ocho quién era la última en entrar, al ver que la estaba mirando me dió una mala mirada y luego tomó asiento enfrente de Luther quitando a Diego dejándolo parado, se fue atrás de Luther recargandose en la mesa.

Cinco llegó al lado mío con una mantequilla de maní.

-Qué fecha es hoy? La fecha exacta -pregunte yendo a agarrar el pan de un estante.

-24 -respondió Vanya.

-De qué? -preguntó mi hermano.

-Marzo. -volvió a responder.

-Bien.

-Y vamos a hablar de lo que pasó? -preguntó Luther.

Puse cuatro panes en la tabla, Luther se puso de pie al lado nuestro.

-Han pasado 17 años.

-Pasó mucho más tiempo que eso -le dije teletransportandome a la alacena para alcanzar los bombones.

-No extrañaba eso. -el gemelo soltó una risa.

-A dónde fueron? -preguntó Diego.

-Al futuro -volví a dónde estaba, mi hermano estaba poniendo la mantequilla de maní en los panes.

 𝑮𝒆𝒎𝒆𝒍𝒐𝒔 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora