Bye

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Cerró los bellos ojos color chocolate y aspiró el aire de la mañana, sin embargo, la sensación de tristeza, mezclada con ansiedad, no se iba; parecía como si el piso se fuera romper y estuviera en medio de un abismo sin fondo, solo e incapaz de moverse. Quizás aquello tuvo que ver con la primera vez que su corazón latió por alguien, extrañaba a Jaebeom con toda el alma; la sensación del primer algo resultó fulminante. Pensó en los atributos del hombre y en la calidez que le brindó y las lágrimas surcaron, de inmediato, sin cesar.


Se rompería en cualquier instante.


Tampoco ayudó a que, de pronto, se sintiera cansado y desanimado, las constantes náuseas lo tenían postrado en la habitación, prácticamente, era un rastrojo humano arrastrándose sobre la mullida cama, gimiendo por el alfa arraigado en su corazón. — Le romperé las piernas. Lo prometo, Jinnie. — Las palabras de Jackson lo inquietaron y a pesar de que dijo confiar en Jae, culpándose de la huida del pelinegro, Wang confirmó que, de igual forma, pagaría cada lágrima del castaño. El rubio era un alfa temible y, más aún, tratándose de su pequeño hermanito.


Suspiró cansado.


Aquella tarde tenía una cita con Suho en la clínica privada de este. Todos insistieron en que resultaba necesario asistir allí, las náuseas no eran algo simple y normal; Jin pensó que se trataba de una extraña forma de añorar a Lim, su alfa, el único hombre que llegó a él forma letal y definitiva. El omega cruzó los brazos en el pecho, mirando de forma inquisitiva a Wang. — ¡Estás de joda! Me siento bien. ¿Qué sucederá si Jaebeom regresa y no estoy aquí? — inquirió, la idea logró hacer palpitar un musculo en el rostro del alfa.


No permitiría que el cabrón de Lim viera a Jinnie nuevamente. ¡Sobre su cadáver! 




— Estoy en perfecto estado— formuló haciendo una mueca. Las ganas de vomitar se dieron un festín con él.

— No es una pregunta, Jinyoung — gruñó Jackson, frunciendo el ceño.

— ¡Pareces mi padre! Ajá, genio, recuerda que no lo eres. — Wang apretó la quijada con fuerza.

— Muévete o no respondo. Deja de tentar la suerte... — Jin frunció la boca y salió de la habitación dando largas zancadas.

— Mocoso insolente...— declaró el alfa junto a un bufido.

— Ustedes lo criaron de esa forma, bebé. — el rubio se deslizó cerca del omega, colocando la nariz en el cuello ajeno, en la marca de apareamiento.

I Need A Baby // Bnior - JJPROJECTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora