El despiadado CEO Park Jinyoung, del grupo Park, parecía tener una vida perfecta. Un hombre adicto al trabajo, de temible carácter y odio infinito al contacto humano.
Todo parecía ir según su estratégica planificación de vida. Hasta que recibe la m...
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Jinyoung pensó que la vida real no se podía transformar en una pesadilla, sin embargo, la amenaza de la abuela fue totalmente real, es decir, la mujer comenzó el camino para mover sus hilos y presionar al castaño a través de los abogados de la familia Park. En resumen, si no daba a luz dentro, un plazo de dos años, la fortuna pasaría a manos de una fundación benéfica. — La odio tanto, ¡jodida bruja! — gritó a los cuatro vientos, haciendo estremecer, incluso, al más valiente de los trabajadores de la empresa.
Últimamente, ni siquiera la sesión de pilates, junto al entrenador personal de los Park, le quitaba el mal carácter; las consecuencias fueron soportadas por un ángel, su nuevo secretario: Lim Jaebeom. Jin debió reconocer el profesionalismo del hombre, alguien siempre dispuesto a ejecutar las indicaciones dadas, inclusive, soportando los gritos y berrinches del perfeccionista omega.
— La familia Lim quedó en la bancarrota. Un alfa dominante quien perdió a sus padres en un accidente, sin dinero y solo en el mundo. Lo conozco hace mucho, compartimos en la misma universidad; Lim es un gran chico. Tiene una prometida, Wheein; su gran anhelo es contraer matrimonio con ella y vivir felices por la eternidad. Jae te será fiel, hasta la muerte. — Recordó las palabras de Mark y la advertencia de que, si despedía a Jaebeom, la matriarca Park no lo iba a dejar en paz.
Traidor maldito.
Volviendo a su cruel realidad. Tomaría cartas en el asunto, respecto a lo del niño; un consejo, quizás, de un experto en la materia ¿Cómo tener un bebé sin sexo sucio? ¡Dios! No le gustaban los bebés y mucho menos pensó en tener la polla de un tipo en el culo—, está fuera de toda lógica ¡No! — Expresó, luego de ver algunas imágenes en el móvil.
El hecho de tener citas, besar a alguien... mierda, nunca besó antes, resultó un maldito virgen.
El infierno era mejor, mucho mejor.
— Solo abre tus piernas y deja que te metan la polla por el culo. Dolerá el nudo, pero es la forma caliente de hacer las cosas.
— ¡Sucio, maldito hijo de...!
— Escucha, querido primo... supongo que llamas por mis conocimientos de sexo rudo y sucio, ¿verdad?
— Cabrón...
— ¿Quieres tener un bebé? ¡Abre las jodidas piernas y deja que un alfa te llene el culo!
