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(contiene una breve escena +18, si no te gusta pásalo) 

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Adam.

Había ido a la casa de Alex ya que a la mía obviamente no se podía ir.

─ Hola Adam, ¿Cómo estás?

─ Bien, ¿Tus padres están? ─ pregunté mientras miraba a todo lados buscándolos.

─ No tontito, si no no te hubiera invitado. ─ el se acercó a mí y plantó un beso en mis labios ─ Vamos arriba, Adam.

Lo seguí, cuando llegamos a su habitación cerro la puerta con pestillo, eso solo se significa una cosa.

─ Te extrañe mucho, Adam. ─ dijo mientras se subía arriba mío besándome.

─ Y yo a ti.

Seguimos besándonos hasta que el saco mí camisa y empezó a bajar, besando mí abdominales, dejo beso por ahí seguramente dejando una que otra marca. Saco mí pantalón junto con mí boxer ─ Oh si, viene la mejor parte ─

Los gemidos eran presentes por toda la habitación, di unas cuantas emebestiadas más y por fin llegué al clima me dejé caer sobre su cuerpo, miré hacia arriba y lo pude ver estaba con los ojos cerrados y estabas algo sudado.

Lo otro es historia.

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—Estuvo bien, ¿no? —tenia miedo de qué no le allá gustado.

—Claro no te preocupes lo has echo genial Adam.

Solo le sonríe y fige mi vista en sus labios me fui acercando hacia ellos y lo besé no era un beso como el de recién era tierno y con sentimiento, mire hacia el pequeño taburete donde descansaba mi iphone lo agarre y me fije la hora eran las dos de la madrugada.

—Tengo que irme —me levanté y agarre mis pantalones y me los puse —si papá no me ve en casa cuando llegue seguro se enojará.

—Claro —termine de ponerme mi polera y me acerque —Adam no puedo seguir ocultando esto.

—Lose y lo siento pero no podemos decírselo a los chicos ay regales y mo podemos romperlas y mi padre es un caso perdido Alex.

—Bien.

—Okey me voy —agarre mi mochila y mi iphone me acerque a el —que ni piense que le olvide que dejaste que esa niña tonta se sentara arriba tuyo.

—No me digas estas celoso —largo una carcajada y me dio un beso algo corto —solo intentaba ser amable.

—Haré como si te creo ahora si adiós.

le di un último beso y fui hacia la ventana y salté y hay lo vi parado saludo con mi mano e empecé a caminar la pasaba bien con el sabia que le molestaba que no pudiéramos besarnos o ser cariñosos en público por la estupida regla que teníamos.

La verdad esa niña tonta era linda sus ojos te tranmistian paz era azules unos que parecían tener una historia atrás, nose porque se me ocurrió pedirle cordones pero fue divertido verla tan desentendida.

Camine hacia la parada del autobús si no estaba en casa antes de las tres mi padre le pegaría a mi madre y eso era lo último que quería.

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Entre al instituto y busque a los chicos estaban apoyados en una pared hablando así que me dirigí hacia ellos.

—Adam —solo hice un gesto con mi mano y terminé de acercarme a ellos —¿cómo estas?

—Bien —mire a Alex el solo sonrió y miré a la persona que tenía al lado.

—Adam, ¿qué clase tienes hoy?

—Arte, ¿ustedes?

—Alex, Mike y Melanie tienen física —dijo la pelirroja señalando a los correspondientes con su nombre —yo, Skyler, Derek y Amy tenemos sociales y Mary tiene contabilidad.

—Ooh, cierto y Hallie le toca contigo.

—Bien, vamos a clases no quiero que no cierren la puerta en la cara.

Solo asentí, me despedí de ellos y comencé a caminar sentía pasos detrás mío así que supuse que era la castaña estaba cantando una canción, era extraña pero era linda  y sus ojos tenían una historia detrás.

—¿Como estas? —no me gustaba que me hablaran en las mañanas —¿te sirvieron los condones?

—Puedes solo callarte un poco.

—Lo siento.

Lo siento era la única palabra que salía siempre de su boca debería agrandar sus palabras.

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Cómo explicar lo que siento por Alex, nunca lo sentí el me hacía reír y sentirme en casa nadie en mucho tiempo lo logro.

—Adam mira la hora que es niño — dijo mí madre mientras lavaba los platos. — tu padre ya va a llegar así que mejor ve a dormir.

—Lo siento mamá, ¿Te ayudo en algo?

—No Adam ve a dormir — mí madre se acercó a mí  — Te quiero, Adam.

—Yo también mamá.

—Ve arriba cariño.

Solo asentí y fui escalera arriba, odiaba el miedo que le tenía a mí padre yo debería defender a mí madre y a mis hermanos y no lo hago.

Entre a la habitación y vi a mis hermanos y a mí hermana.

—Hola Adam — dijeron mis hermanos.

—Hola enanos, ¿Por que no están durmiendo?

—Te estábamos esperando para que no leas un cuento. — dijo mí hermana menor.

—¿Que libro quieren?

—La cenicienta.

—No, quiero una historieta la de Superman.

—No, quiero la bella durmiente.

—Que les parece mejor la bella y la bestia.

"Si" dijeron los tres.

—Bien. — fui hacia la biblioteca y agarre el libro. — empezamos.

Ellos eran lo mejor que tengo con mí mamá mí papá es una mierda.

 𝐒𝐢 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐬𝐮𝐩𝐢𝐞𝐫𝐚𝐧 | © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora