Era un día de esos en lo que no quieres hacer nada, yo por mi parte había tenido un problema personal y estaba algo desanimado, por lo que decidí dar una vuelta, eran como las 6 pm, por donde vivo no hay mucho que se pueda hacer en momentos como ese por lo que fui al este de la ciudad, había allí muchos lugares donde podía estar un rato, aunque por un buen rato estuve caminando sin rumbo, en ese momento se me vino la idea de tomar unas cervezas, unas pocas para no embriagarme.
Aún era algo temprano así que pasé por el cine para ver que había, lamentablemente no había nada interesante así que me fui de una vez a algún bar que hubiera por ahí.
Entré a uno bastante agradable, tenían barra, mesas y una tarima para karaoke ¿que más podría pedir?, tomé un par de cervezas y me animé a subir a la tarima, canté un par de canciones y volví a bajar, cambié la cerveza por un vaso de ron, mientras pensaba algunas cosas entró en el bar una chica que llamó mi atención de inmediato, era rubia, sus ojos eran color café, llevaba un vestido verde militar (oscuro) que llegaba hasta sus rodillas, zapatos negros deportivos, su contextura era normal, ni muy delgada ni muy gruesa, sin duda la cara mas linda que había en ese bar.
La chica sentó a mi lado y pidió un trago, la miré por un segundo, luego desvié la mirada a otro lugar, ella cruzó las piernas y se veía muy sexy, estando más cerca pude percatarme de que llevaba brillo en los labios lo que la hacía ver más sexy aún, comencé a mirarla más seguido, ella me miró un par de veces, hasta que nuestras miradas coincidieron, y nos miramos por un rato, ambos sonreímos como signo de saludo.
-¿Quieres comer algo? (Pregunté)
-Ok (Respondió ella sin más)
Nos cambiamos a una mesa, sin hablar, solo nos mirábamos mientras dábamos sorbos a nuestros tragos, sin duda tenerla de frente era un espectáculo, su escote llamaba a mis ojos.
-Ojos arriba (Dijo ella soltando una sonrisa y dando un sorbo a su trago)
Me disculpé, eso rompió un poco el hielo pero tampoco hablamos mucho, ella era bastante misteriosa la verdad.
Después de cenar la invité a la terraza del bar, era como un mirador, allí nos sentamos a observar el panorama, yo intencionalmente me senté muy cerca de ella.
-Debo irme ya (Dijo después de un rato)
Nos pusimos de pie al mismo tiempo y nuestros rostros quedaron muy cerca, éramos casi de la misma estatura, puse mi mano en su cadera y la empujé hacia mi y le robé el beso que tanto se hizo esperar.
Dejé de besar sus labios y me puse a su espalda, comencé a besar su cuello, ella tenía un olor a fresa, cerró sus ojos y su respiración comenzó a cambiar de velocidad, me tomó de la cabeza para que no dejara de besar su cuello, con mis manos empecé a tocar sus senos, no eran grandes, pero tampoco pequeños, metí mis manos en su blusa, ella no tenía brasier, con mi mano derecha comencé a tocar su vagina sobre su panty que ya estaba húmeda y la masturbé por un rato, ella gemía y yo no dejaba de besar su cuello y tocar con mi otra mano sus senos, hasta que cerró sus piernas indicando que había acabado, detuvo mis manos, yo dejé de besar su cuello, ella se puso de pie de nuevo quedando frente a mí, con su mano derecha acaricio mi erecto pene de abajo hacia arriba y luego nos besamos de nuevo indicando nuestra despedida, me regaló una sonrisa y me quedé mirando mientras ella se iba del bar, dejando sobre la mesa del mirador una servilleta con un número de teléfono, pero al verlo bien le faltaba un dígito.
Aún después de irse no dejó de ser misteriosa ¿alguna alternativa? solo volveré al bar y te esperaré allí...
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Relatos de una ninfómana
Romanceson relatos eróticos... no son míos pero me moje con todos