Me llamo Susy, tengo 22 años y estoy en 4º año de leyes, mido 1,68, muy blanca y de pelo muy negro. Tengo muy buena figura, anchas caderas, nalgas muy firmes al igual que mis tetas. Mis padres tienen buena situación económica, pero me gustan mis estudios y trabajo desde hace dos años como asistente legal en una empresa, un par de días a la semana, lo que me sirve para ser independiente.
He tenido varias parejas desde que salí del colegio, con mi último novio estamos juntos desde hace un año y el sexo ha ido a menos, no la tiene muy grande y está listo en el mismo tiempo que un huevo cocido, o sea como 5 minutos y acaba. Lo que me ha obligado a usar mis juguetones dedos de vez en cuando y a hace poco me compré un juguetito vibrador en un sex-shop, con lo que llego al cielo después que él se va.
Mi novio a veces se va a ver sus padres al sur en vacaciones o en algún fin de semana largo, lo que me obliga a recurrir a un "amigo con derechos", que, a pesar mío, tiene los mismos defectos sexuales que mi novio.
El fin de semana que pasó me dejo sola, se fue a ver a su equipo de futbol favorito, yo me había preparado para un domingo de sexo y nada, así que fui a ver a mi "amigo con derechos" pero lamentablemente estaba ocupado con una nueva "amiga"... Otro fracaso! Yo me había puesto mi mejor pinta sexy, una falda plisada y una blusa con un buen escote y ahora nada, y para peor mi jefe me había invitado a su casa para un asado, no quería ir ya que había viejos que tomaban mucho y a los que después les gustaba tirar mano, hubiera preferido estar en cama con mi novio o algún "amigo" y ahora lo único que tenía era esa fiesta aburrida con viejos verdes y viejas envidiosas.
No quería ir a esa fiesta, por lo que volví a mi departamento derrotada, voy llegando a la esquina de mi edificio cuando desde un auto que parecía una limusina me llama el chofer, un gordito con cara de simpático:
-hey señorita!... mi jefe la espera y me dijo que la pasara a buscar, la está esperando ansioso él y sus amigos.
-Puff...! –que le voy a hacer, estaba pillada.
Tenía el transporte en la puerta y me lo había enviado mi jefe, así que subí al auto grande, me hubiera gustado cambiarme de ropa por algo más formal pero no quise demorar al chofer. Dentro del vehículo me impresionó su comodidad y lujo, había un pequeño bar y dos asientos enfrentados uno a otro. El chofer por un parlante me dice:
-Señorita sírvase lo que quiera.
Yo sabía que a mi jefe le estaba yendo bien en los negocios de su empresa, pero no tanto como para tener un auto como este. Partimos muy rápido y tomamos la avenida principal con destino a las afueras de la ciudad. Esto me extraño un poco ya que no sabía que tuviera una casa en el campo, conocía su casa en el barrio alto, pero no su casa en las afueras.
Llegamos a una casa muy bonita y moderna, no era muy grande, pero sí de elegante y sofisticada, ingresamos por un amplio portón, adentro había varios autos deportivos.
Ahí empecé a darme cuenta que no estaba en la casa de mi jefe, y no sabía cómo salirme del enredo, al parecer me habían confundido con otra persona, el chofer me dijo:
-Mi jefe la esperan adentro, ya están todos.
Entre a la casa por un pasadizo lateral y de inmediato ingrese a una habitación con una cama redonda en el centro y muchos sillones, habían 5 hombre muy elegantes de treinta o más años, a esa altura ya me había dado cuenta que no estaba en la casa de mi jefe, un señor muy distinguido y alto, de unos cuarenta años tal vez, gentilmente me dice:
-Qué bueno que la encontraron! su agencia me llamo por teléfono y me dijeron que estaba perdida.
Yo no sabía que decir, estaba muda, evidentemente había una confusión.
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Relatos de una ninfómana
Romanceson relatos eróticos... no son míos pero me moje con todos