Un día en el campo con amigos

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He llamado a Alicia para decirle que estoy preparando una fiesta a la que solo van a asistir 6 personas.

Alicia está encantada con la idea, pero tiene que ver como lo puede hacer para no despertar las sospechas de su marido.

La fiesta será dentro de 2 semanas en la casa que uno de ellos tiene en la Sierra.

Ya está, me ha llamado y ha dicho que si viene.

Quedamos el sábado a las 12,30 h para subir juntos a la Sierra.

Tardamos 45 minutos en llegar. La casa está aislada y tiene una parcela de unos 2.000 m2, totalmente cercada con un muro de piedra y no se ve nada desde el exterior.

Tiene un jardín muy cuidado y una piscina de 10 x 5 metros.

Los 6 tenemos una edad de entre 40 y 50 años; Bea, Inma, Alicia, Carlos, Pedro y yo.

Hechas las presentaciones estuvimos charlando un rato sobre temas variados.

Como hacía mucho calor, nos dimos un baño antes de preparar una barbacoa para comer.

Las chicas se pusieron en top less, dejando sus preciosas tetas a la vista. Pedro les dijo que por qué no se quitaban la parte de abajo del bikini, y así lo hicieron entre risas.

Nosotros tampoco en desnudarnos.

Las 3 tenían las tetas un poco caídas, pero grandes, anchas de caderas y culonas, con un poco de celulitis en las nalgas, normal con esas edades, Alicia tenía el coño totalmente depilado que dejaba ver perfectamente sus labios y Bea e Inma lo tenían recortado, con un pequeño triangulo de pelo alrededor de la vulva.

Nosotros teníamos un tipo normal, delgados y de entre 1,75 y 1,80 m de altura, nuestras vergas duras y empinadas y los tres depilados hasta los huevos.

Ya en el agua empezamos con los juegos. Como sabéis en el agua las tetas de las chicas no pesan tanto porque el agua las empuja hacia arriba y parecen tetas de quinceañeras que no necesitan sujetador.

Estuvimos jugando un rato con nuestro pene pasándolo por las rajas de sus culos, mientras las tocábamos las tetas y besábamos.

Nos intercambiábamos constantemente de manera que al cabo de un momento, todos los chicos habíamos tocado y magreado a todas las chicas.

Así estuvimos un rato hasta que nos salimos para comer.

Nos vestimos y preparamos la barbacoa y nos tomamos unas cervezas y unos vinos.

La conversación era agradable, de nuestros gustos sexuales y si alguna vez habíamos participado en alguna orgía.

Todos lo habían hecho alguna vez menos Alicia, que por cierto se estaba comportando como si tuviera mucha experiencia. Cada uno fue contando sus gustos, a Pedro le gustaba los intercambios de parejas para ver como se follan a su mujer, a Carlos le daba mucho morbo que le vieran follar con su mujer, a Alicia le gustaría que su marido la viera participar en una orgía para que viera cómo disfruta con el sexo y a Inma y a Bea les van los tríos con 2 hombres.

Después de comer nos metimos dentro de casa porque hacía mucho calor. Nos tomamos una copa y cada uno se juntó con la pareja con la que quería empezar. Yo me puse con Bea, Alicia con Pedro y Carlos con Inma.

Nos volvimos a desnudar y empezamos la fiesta.

Comenzamos a besarnos y tocarnos, yo acariciaba a Bea con delicadeza, le pasaba mis dedos por todo su cuerpo, sus labios, sus pezones, por la raja del culo hasta llegar su ano, su vulva mumm, le separé los labios y metí mis dedos en su vagina mientras ella suspiraba de placer.

Alicia se sentó encima de la cara de Pedro abriendo bien la raja de su culo, le encantaba hacer esto y que le lamieran el clítoris en esta posición. Se movía y jadeaba como a punto de correrse.

Mientras tanto, Carlos e Inma estaban inmersos en un 69 y no paraban de gemir.

De repente, Alicia se fue a Carlos y retirando a Inma con un beso, se sentó también en su cara y le pidió que le lamiera el clítoris hasta que se corriera. Carlos lo hizo y Alicia cogió a Inma y la besó, tocándole las tetas y bajando su mano hasta su coño empezó a masturbarla.

Al cabo de un rato se corrieron las dos, gritando y jadeando, dos buenas putas.

Yo mientras tanto follaba a Bea que miraba con envidia a Alicia e Inma, también le gustaban las mujeres y quería probar un chochito de cualquiera de ellas, así que llamé a Alicia para que se pusiera con el culo en pompa delante de la cara de Bea para que ésta pudiera lamerle el coño y el culo, la escena era digna de la mejor película porno. Imaginaros, Alicia a cuatro patas con el culo abierto, Bea con su cara dentro del culo de Alicia lamiéndole el ano y el clítoris, y yo follando a Bea a perrito.

No hace falta decir que pronto nos corrimos los tres.

Nos quedamos un rato relajados y pasamos a ducharnos.

Los últimos en ducharse fueron Pedro y Bea, pero no perdían el tiempo, estaban los dos enganchados follando como animales

Pasamos un día buenísimo y hablamos de volver a quedar.

Nos vestimos y nos fuimos para casa con nuestras esposas y maridos, no creo que ninguno follara en casa esa noche, jejeje.

Relatos de una ninfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora