Le propuse a mi esposo que tenía muchas ganas de convivir los fines de semana con mis dos amantes, él ama mirarme jugar y dedicarle orgasmos estridentes, una de las rutina es cocinar y que yo elija a quien comerme de postre, me estimula tomar vino sobre testículos tibios y jugar al submarinito, dejar que entre todo el miembro en mi boca repleta de líquido frío, provocando erecciones superlativas y calientes, donde el vino derrame sobre mis pechos saliva, semen y ese maridaje exquisito que me enloquece.
Uno de mis amantes es fotógrafo de vida silvestre, él retrata bestias, y según su lente, mi cuerpo excitado es lo más bestial que vio en todas las planicies, con el jugamos a retratar cada penetración y como las lenguas de mi marido y el otro amante lamen mis curvas y mis hondonadas, ese sonido del flash me activa de una forma terrible, suelo pedirle que me coja la boca mientras toma fotos y con una mano acaricia pezones escupidos por mis hombres en medio del acto.
El otro es músico y artista, una maquina sexual, no habla, solo coge duro y es competitivo, derrama leche sobre mi y todos los demás, cuando cogemos los cuatro es la gloria.
Me gusta que alguno mire en intermitencia, que se hagan pajas rozándome mientras ven como acabo continuamente en manos de los otros dos, un día se me ocurrió llamar a una amiga muy mimosa con la que suelo leer cantar y tocarnos suavemente, la lengua de una mujer es un caramelo que se derrite en mi vulva mientras la mojo integra...
La llamo y le comento que teníamos una cena especial y que quería verla entre las manos de mis hombres, ella ama ser cogida por mujeres, pero como la caliento mucho me dijo que me daría el gusto si yo la estaría mirando y finalizaría ese en cuatro penetrándome con mi negrito, un consolador muy real que no dejo de usar jamás.
Llegó en medio de la cena, vestida de ropas cómodas y recién bañada, ella sabe que me excita el aroma del jabón que usa, los miro y les digo, hoy deseo que la atiendan como a una reina, mi marido se ríe cómplice de lo que él sabe que ocurrirá,
Mientras comemos, yo le doy bocado a bocado, y entre cada uno la beso suavemente, me siento detrás de ella, y por debajo de la remera, acaricio sus pezones, le pido hablándole al oído que coma y suspire, ellos comen en silencio y nos miran...
Meto mis manos en su pantalón suelto y la preparó para ser el postre de mis hombres, la desnudo, todos estamos vestidos, la siento en la mesa y lamo su vagina, nadie la toca, yo digo como, cuando y donde la cogerán, apoya las manos en la mesa y yo sentada la como profundamente, miro a mi amante fotógrafo y le pido que me desnude a besos, el complace mis deseos, es suave y muy dulce, quedó sin ropas y con él sobre la espalda lamiéndome integra, sabe cómo chuparme el culo como nadie, los demás miran y empiezan a tocarse, le pido al fotógrafo que la penetre y me corro de la escena, en la mesa comida, bebidas y comienzo a retirar todo, mientras beso a mis dos hombres , marido y el músico que ya quería coger y penetrar cada segundo a las dos.
Ella termina acostada sobre la mesa y chupa cada pija que la toca, la penetran doble, la lamen, la cogen y yo miro, ella me mira caliente y sabe que luego seré yo la que termine el juego, los toco y acaricio, los beso, los miro a cada uno.
Le pido a los tres que derramen leche sobre ella, y comienzan a acabarle en cada rincón del cuerpo, los voy corriendo y la empiezo a lamer, ella me besó, nos besamos por minutos y ella llena de leche se acuesta sobre mi, las dos somos el mejor cuadro para los tres hombres que están allí volviéndose a excitar.
Las dos cogemos por largos minutos, nos ponemos arneses con pollas coloridas y nos penetramos como solemos hacerlo cada quince días en su casona de fin de semana, esta mujer es tan sexy, tiene la mejor lengua que conocí, hacemos un 69 y ellos comienzan a tocarnos sentimos que nos meten pollas en el culo y las dos chupamos cada conchita ya cogida por ellos ,es una geometría sexual extraordinaria, el fotógrafo retrata ese momento, la lengua de ella lame el tronco de mi marido y yo lamo el tronco del músico, sus huevos son tiernos, los de mi marido son de toro rudo y caliente, las manos de él me acarician la cola y coge la boca y mi culo, así seguimos, ella me dice al odio que la caliento y que le hago hacer estas cosas que le terminan gustando mucho, nos besamos amándonos las dos en medio de estos hombres erectos y mimosos, nos vuelven a llenar de leche y seguimos acariciándonos.
Mi marido se corre toma agua fría y me tira besos, el prepara el café, el que sigue cogiéndonos es el músico, el fotógrafo se suma a mi marido, y las dos decidimos cansarlo, la miro y le digo vamos a cabalgarle duro, ella se sienta sobre su pija y yo le pongo la conchita en la boca, un triángulo perfecto, las dos seguimos mojando todo, él no se rinde, cambiamos y ya sentimos el cansancio de él, me corro le chupo el culo y ella se traga cada centímetro de su pija, los otros miran y sonríen porque saben que el compite.
Las dos lo liquidamos, y nos vamos a bañar juntas, charlamos de esto y la convenzo de que una vez al mes deseo repetir esto, y que de vez en cuando la necesito para estar solas y gozarla a ella solita... Acepta y me dice tiernamente que quiere ser mi mujer y sumarse a mi y a mi marido...
ESTÁS LEYENDO
Relatos de una ninfómana
Romanceson relatos eróticos... no son míos pero me moje con todos