Textos sueltos

Un secreto a una dormida

Soy una persona que le gusta creer en el destino, que todo pasa por algo y que de todo se aprende. Cuando pensaba que todo me salía mal y que nada me saldría bien nunca, apareciste tú. Y con el tiempo me di cuenta, de que todo me había salido mal porque el destino estaba esperando a cruzar nuestros caminos, o eso pienso los días que estoy feliz. Cuando me da el bajón también pienso en ti, pero pienso que tampoco me saldrá bien esta vez, que me estoy haciendo ilusiones y me están quedando preciosas, pero que esa comedia romántica solo se va a emitir en mi mente y que nunca la viviremos. Con el tiempo también me di cuenta de que todo me salía mal porque siempre fallaba algo, porque siempre faltaba algo en la otra persona o en mi, porque siempre había algo que no encajaba o que había que cambiar, algo fallaba hasta que llegaste tú. No cambiaría nada, y lo que en otra persona cambiaría, en ti me encanta, lo que en otra persona me parecería una chorrada, en ti me hace pensar que eres la perfección personificada. Pero algo falla. Yo. Me fallan las fuerzas para decirte todo esto, por eso lo escribo, para que lo leas y poder imaginarte leyéndolo, imaginar si pensarás que va por ti o si pensarás que va por otra persona, sentir como si te lo dijese pero sin decírtelo, como cuando le contamos un secreto a alguien que está dormido. Tú duermes (aunque es difícil porque duermes poco) y yo soy la cobarde que te lo cuenta cuando no puedes escucharme.

11.04.2021