Textos sueltos

Lucas y Sara

De Lucas y Sara aprendí que esperar es la mayor tortura que se puede vivir y a la vez la mayor absurdez que se puede hacer. El momento perfecto puede parecer existir a los ojos de nuestra imaginación, pero en la realidad, lo que parecía el momento perfecto puede ser chafado por cualquier tipo de imprevisto. La vida es muy inoportuna y si algo puede salir mal seguramente lo haga. Esperar solo porque creemos q habrá un momento mejor, es ser un Kamikaze. Sin embargo, yo no dejo de esperar.
De Lucas y Sara aprendí que esconder lo que sientes solo hace daño, y contigo comprobé que es realmente duro tener delante a la persona que quieres abrazar, besar y querer, y no poder expresar nada de eso por el que dirán, por el rechazo, por el momento...
Lucas y Sara también me enseñaron que la lluvia puede ser bonita (sobre todo la de Galicia😉), que cuando te liberas todo parece idílico y que aunque todo el mundo te quiera cambiar, alguien te querrá como eres y AHÍ ES. Pero también me enseñaron que la paciencia puede hacer daño, que si esperas mucho se te escapa y que la falta de valentía solo te priva de lo que quieres. Que esperar por la aprobación es innecesario, porque si te quieren de verdad da igual quien sea, solo les tiene que importar que eres feliz. Que cada una de las partes aportará diferentes cosas a la relación y que no hay alturas ni niveles en los que estar o a los que llegar, que solo hay que quererse y respetarse. Tú me enseñaste que la perfección existe, pero yo sigo esperando. Sigo teniendo miedo. Menos mal que aprendí todo esto porque, aún así, no puedo decirte lo que siento. Lo que me haces sentir.

11.04.2021