Textos sueltos

vivir en el día de la marmota

A la hora escasa de escribir el texto más intenso de mi vida hablando de ti mientras temblaba como un yonki con mono por todo lo que siento al escribirte, me hablaste para decirme algo que todavía estoy descifrando unas cuantas horas después de leerlo y releerlo. Me hiciste una pregunta de la que ya habíamos hablado y aunque no te mentí, fui menos sincera de lo que me hubiese gustado. Pero no me arrepiento. Sabía que haber dicho la verdad absoluta de lo que pensaba te hubiese alejado de mi y me hubiese culpado por ello. Hoy te has distanciado pero al menos tengo claro que no es mi culpa, que no puedo tener nada que ver porque te dije exactamente lo que querías escuchar. Después de haber confiado en ti, de haber bajado la barrera y abrirme porque tu me diste esperanzas, me has hecho daño. Hace dos días parecías muy valiente pero en cuanto te has visto con gente te has echado para atrás. No te preocupes, yo también sé recoger cuerda, o eso espero. Lo que más me duele de todo ahora mismo, mientras escribo estas palabras, es la decepción que me has causado. Me has decepcionado como el resto mientras me decías que no eras así porque no quieres hacer lo que te hicieron. Tú, que me contabas historias de lo mal que lo habías pasado por culpa de las tías mientras yo pensaba que si alguien podía tratarme bien eras tu. Pero aquí estoy, un día más intentando entender porque el ritmo siempre lo marca solo una persona. Quizás ese sea mi problema, que no entiendo a las personas porque ni siquiera me entiendo a mí. A pesar de todo, hay algo que saco en positivo y es que te ahorras el entrar en mi mierda de vida. Así soy, pensando en los demás mientras nadie piensa en mi y así me va. Siempre pensé que la forma más bonita de atracción por una persona es la que siente un artista hacia su musa. Después de mucho tiempo bloqueada he vuelto a escribir, incluso varios textos al día, desde que tú apareciste. Te veo desaparecer y aún así sigo escribiendo, escribiéndote. Incluso estoy pensando en retomar la novela. Me siento una artista que ha encontrado a su musa, pero sin reciprocidad. Creo que tardaré mucho tiempo en perder la inspiración cuando te vayas, primero tendré que escribirte en todos los estados de ánimo en los que te sentiré y después volveré al bloqueo, a la soledad. Pero solo será una vuelta más al bucle constante que es mi vida. Llegan, me usan, se van. El día de la marmota pero con un espacio temporal más amplio, y tú, solo habrás sido una pieza más de ese bucle.

13.10.2021