Cobarde

5 0 0
                                    

Después de todo lo que hablamos, de lo que te dije el viernes, coges y desapareces. Eres una mierda, un cagado y me atrevería a decir que un falso. Tuviste los cojones de decirle en su puta cara que yo de verdad te importaba, mientras demuestras una y otra vez lo contrario. Me hacías pensar que nos entendíamos mientras hablabas de lo que te pasó, mientras te contaba lo de mi hermano, mientras hablábamos de nuestras casas y mientras me contabas lo que te pasa contigo mismo y yo te decía que había pasado por eso, que te entendía aunque creyeses que nadie lo hacía y que quería ayudarte porque me gustaría hacer por ti lo que nadie supo hacer por mi. A pesar de todo lo que hablamos tuviste los santos cojones de reconocerme que eres influenciable, y yo, tonta de mi, me lo tomé como una forma de abrirte a mi y de pedirme un margen de actuación con tus amigos porque no sabias como gestionar lo que te decían. A pesar de todo esto, sigues dejando que te coman el coco y te digan que no pegamos ni con cola, aún sabiendo que no me conocen y tu sí, pero escudarse en el miedo no me parece una excusa. A pesar de que dijiste que no querías, hoy me has hecho mucho daño.

25.10.2021

Textos sueltosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora