Sabía que él estaría allí pero no que esa noche significaría tanto para mi, aunque debí suponerlo cuando le di importancia a su asistencia. La noche pasó normal, no sucedió nada que no me ocurriese en cualquier otra noche de fiesta, sin embargo, el había tomado parte en mi vida y algo había cambiado en mi. Aunque mi dignidad salió a relucir (seguramente sin motivo) de forma sorpresa aquella noche, no duraría mucho en el próximo encuentro con él. El problema era porque estaba pensando ya en el próximo encuentro. Esto es lo que había esquivado durante años y estaba muy bien, no puede venir el que aún encima ni siquiera es nuevo a reventarme los esquemas. Pero el segundo encuentro llegó y pasó lo mismo que en el primero. Me hice la dura. Yo! Increíble. Era él. Él me hacía ser diferente. No quería ser la mítica que cae a la primera sonrisa que me echan, no con él. Eso no debería ser así. ¿Porque yo estaba siendo así? Coincidimos más veces pero sin ser de noche. Luego empezaron los mensajes. Las sonrisas en aquel bar. Y coincidimos otra noche. Por fin probé sus labios, que ganas tenía. Eran totalmente de los que me gustan a mí. Besa bien, en seguida encajamos. O eso creo yo. Mierda, porque esa inseguridad? Hasta ahora me había dado igual como fueran los besos con los tíos, si le gustó bien, ya vendría a por más dosis si quería, y si no también, uno menos. Pero la cosa es: ¿Por qué él hace que me plantee todo? ¿Por qué con él no sudo de todo? ¿Por qué quiero volver a besarlo ya? ¿Por qué no soy capaz de dejar de hablar con él? ¿Por qué me dice que se va y no dejo que se vaya sin mi? Esto es lo que no me gustaba de mi. No me gustaba como era cuando me gusta alguien y joder, él me gustó mucho. Creo que me gustó antes de probarlo siquiera. Pero es que encima nunca dejamos de hablar. Nos reímos, hace que sonría cuando leo su mensaje aunque esté llorando antes. Coincidimos pero tenemos diferencias, es como que cuadramos perfecto en gustos, compartimos muchas cosas pero con diferencias en ellas para complementarnos. Es como que es para mí y eso no me gusta. No me gusta sentir ese miedo de que algo no salga bien, de que no salga como yo espero. Quizá llevaba demasiado sin sentirlo y ahora no se llevarlo bien, pero no me gusta. Lo siento si te parezco idiota, tú me haces así.
20.03.2020

ESTÁS LEYENDO
Textos sueltos
القصة القصيرةTextos sueltos que me ronden por la cabeza o que me surjan en un momento dificil y me sirvan como via de escape. Todos en algun momento hemos tenido reflexiones un poco filosóficas de más en los momentos de bajón, y si alguien se siente identificada...