Una pequeña mente inmena

Notas enredadas

Ha vuelto a sonar.

No sé si la he reconocido a la segunda, la tercera o la cuarta nota... Para qué mentir, solo me ha bastado una nota para que todos los recuerdos golpearan mi mente.

A veces me pregunto, ¿volveré a escuchar esas canciones sin pensar en ti?

También me pregunto, ¿piensas tú en mí cuando las escuchas?

O quizá no significaron tanto para ti.

Seguramente fui yo idealizando ese ''viaje de la música''.

Y es que cuando todo empieza uno piensa ''no te ilusiones'', pero si te repites eso en tu mente ya es tarde, es que ya te has ilusionado.

No sé cuantas veces la he escuchado pero ya soy capaz de murmurar cada frase de memoria, lo más bajito posible, porque cuanto más alce la voz más grande es la punzada que siento. En el mismo lugar que coloco mi mano y recuerdo lo rápido que latía tiempo atrás escuchando la misma canción, pero con una diferencia. No sentía que la escuchaba sola.

Si cierro los ojos puedo recordar tu voz cantando las mismas palabras. Recuerdo cuando algunas se interrumpían por alguna de tus carcajadas involuntarias.

Y me esfuerzo, me esfuerzo por mantenerme en ese recuerdo, pero a la vez quiero esforzarme por salir de él, olvidarlo y hacer como si nunca hubiera pasado. Aunque en el fondo sé que no quiero hacerlo, porque me aterra imaginar quién sería yo ahora si nunca hubiera sucedido.

Si echo la vista atrás, siento que esos recuerdos son casi irreales, pienso: ¿realmente los hemos vivido? Los siento como una isla ya muy lejana perdida en el mar, donde todo era perfecto, un espacio idílico. 

No sé que me aterra más, olvidar esos momentos o que tú ni si quiera pienses en ellos, que para ti no hayan significado lo más mínimo y sea solo yo la que de alguna manera se siente atada a esos recuerdos y no quiere soltarlos. Sea solo yo la que se ha enredado en las notas que compartimos una vez.

Una vez que cada vez es más lejana.

Atentamente, esa nota. La que no quiere enredarse ni ser olvidada.

Tararéame cuando me recuerdes.