quince

1.3K 82 8
                                    

Sus manos subían y bajaban por mi espalda, haciéndome temblar bajo sus caricias. Yo seguía jugando con su cabello, pero también quería tocar su piel. Me separé de sus labios y resistí mi deseo de regresar a ellos ya que el grosor y el tono que se habían apoderado de ellos los hacían aún más deseables. Tomé el borde de su camiseta y sin más ni menos la levanté, en automático alzó los brazos dejándome sacar la en estos momentos la estorbosa Camiseta. Mis manos fueron a sus pechos, sus manos a mi cintura y sus labios a los míos.

-Ann- jadeé entre besos.

-Eu- dijo rápidamente para regresar a mis labios.

-Estamos en la cocina.-

-¿Y?-

-¡Ann!- ella sabía perfectamente a que me refería. Reproche y ella gruñó. Pero no será una situación 'cómoda' el que la pequeña bajara y nos encontrara... Bueno tan solo de pensarlo es terrible. -Mejor vamos arriba- cambié mi tono a uno cien por ciento seductor -Así no corremos tanto riesgo de que nos interrumpan- los ojos de Angie brillaron de deseo y en dos segundos ya corría por las escaleras conmigo en brazos.

Su cuerpo se amoldó a la perfección con el mío al recostarme sobre la cama, me dediqué a observar su rostro centímetro por centímetro. Era perfecto. Acarició mi mejilla haciéndome reaccionar, ambas nos miramos y reímos.

-Eres hermosa- al parecer ella también me observaba con detenimiento. Sentí mis mejillas arder. Pero pasé mis manos velozmente por su cuello atrayéndola a mis labios y evitar que se diera cuenta de lo que había provocado.

Dejaba un camino de besos, bajó por mi mandíbula hacia mi cuello, un hormigueo me recorrió por completo al sentir su lengua en contacto con mi piel, bajaba por mi clavícula hasta la loma de mis pechos, a estas alturas mi blusa junto con mi short y su pantalón ya estaban en algún lugar del piso. Sus besos seguían bajando y por ende mi espalda se curvó. Momento perfecto para deshacerse de mi última prenda. Ahora solo una capa ligera de sudor cubría nuestros cuerpos haciendo más delirante el roce de piel contra piel. Una de sus manos se deslizó por mi abdomen desnudo hasta mi feminidad. Introdujo dos dedos, Arquee la espalda acoplando mi cintura con la suya, lo mueve circularmente con lentos movimientos. La agarré con las uñas por la espalda. Introdujo otro dedo pero ahora acelerando los movimientos de estos. Mordí su hombro intentando gemir lo menos ruidoso posible pero era casi inútil, comencé a arañar su espalda cada vez que regulaba sus movimientos, sentí como su dedo gordo jugaba con mi clítoris. Clavaba mis uñas en su espalda y mis dientes en su hombro señal de que estaba por terminar. Tal vez quedarían un par de marcas, pero era eso o que todos los vecinos nos escucharan.

-No seré la única marcada...- jadeó entrecortadamente al recostarse sobre mi pecho. Hundió su rostro en mi cuello dispuesta a dejar una enorme marca.

 Hundió su rostro en mi cuello dispuesta a dejar una enorme marca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Por favor!- implore por enésima vez -Solo será un rato.-

-Si tú quieres ir ve.- dijo seria, ¡Mierda! Como odiaba que se pusiera así.

-Sabes que si tú no vas yo no iré- me giré, crucé los brazos y enfoqué mi mirada al televisor. Levantó su brazo y lo pasó por mis hombros pero rápidamente me hice a un lado, haciendo que su brazo cayera.

-No te enojes- dijo riendo -Ya sabes que no me gustan esas cosas y ni siquiera me agrada Martina ni yo a ella como para aparecer en su casa- no emití sonido alguno, seguía mirando la tv. -Ven- me tomó por la cintura y me atrajo a ella.

-Sabes...- quité sus manos -Yo sí iré- me puse de pie y solo me acerqué para darle un beso en la mejilla. -Iré a arreglarme- sus ojos estaban a punto de salirse, no esperaba eso.

-¿Iras?- se puso de pie.

-Si- sonreí -Dijiste que si quería ir fuera, no me voy a perder el cumpleaños de mi mejor amiga- me di la media vuelta y corrí hacia las escaleras. En realidad iría, no faltaría solo porque Angie es una aburrida a la que no le gustan las fiestas.

-¡Hey!- escuché que me llamaba y después sus pasos detrás de mí.

-¿Si?- hacia todo lo posible por ocultar mi sonrisa victoriosa.

-Iré- afinó la mirada -Pero solo un rato ¿Queda claro?- sonreí enormemente y me lancé a sus brazos.

me, myself and her | brangie #2 (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora