Cuatro años después
Gotas de sudor caían de mi frente, ¡Llevaba toda la mañana haciéndolo! Simplemente no podía más. Bajé de las escaleras y tomé la tina con el líquido color rosa pastel para volver a subir las escaleras. Introduje en el balde la punta de la brocha haciendo que absorbiera el color para después pintar la pared.
-¡Angie! ¡Angie! ¡Corre!- los gritos de Brisa y Victoria. Me asustaron haciéndome soltar la cubeta, esta golpeo en la escalera haciendo que toda la pintura cayera sobre mí. De un salto bajé de la escalera y sin importarme dejar todo un rastro de pintura salí corriendo hasta mi habitación que era de donde provenían los gritos.
-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? ¡Háblenme!- grité ahora yo desesperada ya que solo me miraban, las dos comenzaron a reír.
-¡Ann! Se supone que la pintura va en la pared, no en tus pantalones- las dos carcajearon aún más -¡Ven!- habló Brisa mientras reía. Rápido me acerqué y tomó mi mano colocándola en su ahora abultado abdomen. Un sentimiento inexplicable se desarrolló en mí al sentir los suaves golpecitos, volteé a verla a los ojos y lo único que pude ver era felicidad.
-Se mueve- dije emocionada, Brisa se estremeció.
-¡Lo ves!- dijo con una enorme sonrisa, Victoria rió. Seguro mi cara era de una estúpida de primera.
-Háblale- dijo riendo -Parece gustarle tu voz- la miré sorprendida
-¿De verdad?- se sintió otro pequeño golpe, Brisa rió.
-H-Hola bebe...- dije con algo de nervios hincándome a un lado de la cama.
-Emma- me corrigió Brisa
-Tu madre asegura que serás niña. Cosa que si no es cierta, ella tendrá que re pintar tu habitación.-
-Creo que de todas formas tendré que re pintarlo ya que tu otra madre prefirió ponerlo en sus pantalones- 'Tu Madre', desde que Brisa me había dicho la noticia que le habían dado los médicos luego de hacer todos los procesos que llevaba la inseminación artificial, simplemente no lo creía.
-Ella dice que odia el rosa pero nosotros creemos que es mentira- susurró Victoria.
-¡Hey!- le reclamé riendo -Realmente no me gusta, yo creo que deberíamos pintarlo mejor de azul o verde, morado o amarillo-
-Hey basta- dijo Brisa frunciendo el ceño -Emma amará el rosa tanto como su madre y su tía ¿cierto?-
-¡Cierto!- contestó alegremente Victoria.
-Además ya habrá tiempo de pintar uno morado, uno azul, uno verde y otros cuantos rosas.- realmente esta mujer me mataría haciéndome pintar habitaciones -Pero ahora porque no mejor cambiamos de tema y vamos por un helado de vainilla con chocolate.-
-¡Sí!- se le unió Paulina
-Ahora no podemos- con la simple mirada me dijo ¿por qué? -Tengo que terminar de pintar la habitación y mira como estoy.-
-¿De verdad nos dejaras a los cuatro con las ganas?-
-Tratas de manipularme a costa de... Emma.-
-Sof ¿nos dejaras con las ganas?- preguntó levantando la ceja, no me convenía en lo absoluto no cumplirle sus caprichos.
-Vamos ya- me puse de pie y Victoria salió corriendo hacia su habitación para cambiarse. Me di la media vuelta y me saqué la camiseta para cambiarme. Estaba frente al armario cuando sentí las manos de Brisa en mi abdomen. Me giré para poder verla de frente y más que nada para poder tener mejor acceso a sus labios. -No tienes idea de cuan feliz me haces- uní nuestras frentes
-¿Aunque te haga pintar paredes?- preguntó riendo
-Aunque me hagas pintar paredes- afirmé -Pero una cosa si te digo- me separé un poco de ella -Ningún chico se le acerca a mi niña hasta que ella cumpla los 26- los ojos de Brisa se abrieron como platos
-¡Estás loca!- dijo riendo
-No- le sonreí -Tendrá las mismas reglas que Paulina... acerca de los novios.-
-Bueno ya... una apenas tiene 9 años y la otra solo tiene casi cuatro meses... ya habrá tiempo para discutir sobre eso... ahora queremos helado.-
Sí, esta es la historia... nuestra historia. La chica 'ruda' que se enamora de la chica más superficial y menos compatible con ella. Que irónico ¿no creen? Hace algunos años, yo no me hubiera imaginado que, yo, Brisa Domínguez me enamorara de Angie Velasco, eso me hubiera sonado imposible, pero dicen que los opuestos se atraen y creo que nosotras somos el claro ejemplo.
Ahora todo es diferente cuando estoy con ella, tal vez no sea la mujer perfecta, pero para mí lo es. La Angie 'ruda' y 'amargada' como yo solía decirle, ya no está más, ahora todo ha cambiado, y descubrí que dentro de ella hay una persona con los más puros y hermosos sentimientos, que sabe amar y que con un solo abrazo puedes sentirte tan protegida, y con un beso sentir que el mundo se detiene a contemplar.
Se podría decir que el destino me jugó la peor jugada que después se convirtió en una bendición al terminar enamorándome de la chica de mi "apuesta". Pero yo no creo en el destino, tampoco en las coincidencias; creo que hay algo aún más fuerte que nos unió.
FIN.
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me, myself and her | brangie #2 (terminada)
FanfictionBrisa y Angie ahora se enfrentan a nuevos obstáculos, ¿Podrán superarlos?