Capítulo 4

394 40 0
                                    


Los muy malditos construyeron un gigantesco muro al rededor de toda una ciudad.

Jorge, ¿Cómo entramos? habló Thomas rompiendo el silencio.

—No me preguntes hermano, los muros son nuevos — señaló lo que todos nos encontrábamos viendo Es la respuesta de CRUEL para todo —.

—Si que lo es —dije dándole la razón.

—No vamos a resolverlo desde aquí — habló Brenda junto a mi, a lo cual asentí — Vámonos Sin decir nada dio media vuelta y se adentró en la camioneta junto a Sartén y a Jorge, mientras que Newt, Thomas y yo nos quedamos observando un poco más.

—¿Creen que Minho esté ahí?— preguntó Newt, quedando a unos centímetros de mi.

Hay que averiguarlo — respondió el pelinegro.

—¿Estás consiente de que Teresa estará ahí?— me giré a verlo.

—Tú deberías ser la que tenga eso presente — imitó mi acción y frunció los labios — Intentó apuñalarte y. . .— se detuvo antes de continuar con lo que sabía que diría.

Mató a Chuck— Terminé por él— Si bueno, hizo muchas cosas más — observé a Newt fugazmente, recordando que ella fue la que decidió que lo llevaran al laberinto antes de tiempo.

No esperé una respuesta a nada de lo que había dicho y caminé hacia donde se encontraban los demás aguardando por nosotros.

. . .

Nos encontrábamos caminando entre un tumulto de gente que al parecer vivía en las afueras de los muros de la ciudad. Había tanta que en algún momento me vi obligada a aceptar que Newt tomara mi mano para que no nos separáramos mucho.

¡Somos la voz de los que no tienen voz! Alguien gritando por un altavoz unos metros por detrás de nuestras espaldas nos hizo girar a todos para observar un grupo de grandes camionetas con hombres armados dentro, sobre y colgados de estas ¡Se ocultan tras esos muros y piensan que pueden reservarse la cura, mientras nos ven a los demás marchitarnos y pudrirnos!— entre la ovación de la gente pasaron por delante de nosotros y cuando se alejaban pude notar como uno de los enmascarados que estaba sobre el techo se quedaba mirando fijo a Thomas; lo que me hizo fruncir el ceño instantáneamente.

Sin embargo; mi atención fue captada rápidamente por un zumbido sobre nuestras cabezas, causado por un grupo de drones que sobrevolaban el lugar. No le dimos mucha atención ya que Thomas nos indicó que siguiéramos con nuestro camino y nos concentráramos en encontrar una entrada hacia la ciudad.

A medida que nos acercábamos más, la gente se encontraba aún más alterada, se nos dificultaba el paso y la mano de Newt apretaba la mía con mayor fuerza. 

Hacia allá— gritó Thomas para que todos lo escucháramos— Hay que entrar por ahí—.

Varios metros de donde nos encontrábamos había una gran puerta abierta, por la que se veía un edificio perteneciente a la ciudad.

—Thomas— Jorge se acercó a él para que lo escuchara— ¡Esto no es lo que buscas, todas estas personas quieren entrar! ¡¿Tú crees que lo lograrás?!—.

—Jorge tiene razón Thomas, no creo que sea sensato que intentemos entrar por aquí, debe haber cámaras en alguna parte— dije observando al muro frente a nosotros en busca de alguna de ellas— y te aseguro que entre todas estas personas somos unas de las más buscadas—

—Ya llegué hasta aquí— continuó caminando y abriéndose paso— No voy a regresar—.

—¿En que carajos nos metimos?— dijo Sartén colocándose junto a Newt.

—No lo se, pero tengo un muy mal presentimiento de todo esto— solté un suspiro de resignación —No puede ser tan testarudo—.

Si había algo que destacaba de Thomas, eso era su terquedad. Simplemente no medía las consecuencias que podían tener sus actos. Solo actuaba de manera improvisada y casi siempre le salían bien.

Por el rabillo del ojo pude ver como Newt giraba su cabeza hacia atrás y luego tensaba los músculos de su rostro.

—No mires hacia atrás, pero creo que nos están siguiendo— susurró acercándose a mi oído.

¿CRUEL?— lo miré expectante, a lo que él se encogió de hombros.

—No lo se— Sin esperar ni un segundo, el rubio comenzó a tirar de mi hasta encontrarnos junto a Thomas y Jorge Oigan, tenemos que largarnos, miren—.

Soltó mi mano para señalar a quienes nos seguían, quienes se encontraban cada vez más cerca de nosotros, por lo que como auto reflejo todos tomamos nuestras armas; solo que lo que no esperé fue que la mano de alguien tomara la que yo tenía libre.

Al mirar a la persona que lo había hecho me sorprendí aún más, ya que se trataba de Thomas, lo que me hizo fruncir el ceño. Sin embargo, no pude reaccionar en el momento, debido a que un fuerte ruido proveniente de los muros nos hizo girar.

—Eso no puede ser nada bueno— susurré al ver unos grandes artefactos apuntando hacia la multitud, la que sin dejar pasar un instante comenzó a entrar en pánico y a correr desesperadamente ¡¡Thomas hay que irnos ahora!!— grité  al mismo momento en el que comencé a tirar de su mano para alejarnos de allí— ¡¡MALDICION THOMAS, CORRE!!—.

Los artefactos extraños comenzaron a disparan sin misericordia, impactaban en nuestro alrededor y nos hacían trastabillar de vez en cuando.

Sartén ingresó a un callejón al que no llegaban los impactos, pero este no tenía salida alguna.

Aunque si les soy sincera esa no fue nuestra única ni mayor preocupación; al intentar ir por otro camino nos vimos interceptados por un grupo de los que iban en las camionetas con máscaras cubriendo sus rostros y ropa militar.

Thomas me colocó detrás de él cuando uno de ellos lo tomó de su chaqueta, pero antes de que pudiera hacer algo lo metieron en una camioneta, causando que por la brusquedad de la acción el pelinegro soltara mi mano.

 La persona que tenía frente a mi me llevaba varios centímetros de diferencia y se detuvo unos instantes a observarme antes de tomar levemente mi brazo e indicarme con un movimiento de cabeza que ingresara al vehículo.

Hice lo que me dije, no sin antes notar que no estaba ejerciendo ningún tipo de fuerza sobre el brazo que me sujetaba. Incluso parecía que no quisiera hacerme daño.

Lo miré extrañada antes de subir con los demás y de que la puerta se cerrara, dejándonos a la espera y sin saber que nos aguardaba.

Más allá de la Cura. The Maze Runner #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora