Epílogo

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Abrí los ojos desorientada.

La luz del sol ingresaba por las ventanas, por lo que me levanté sin comprender mucho lo que estaba sucediendo.

Al dirigirme hacia la salida y notar un espejo junto a esta se me hizo imposible no fijar mi vista en lo que me reflejaba.

Mi cabello se encontraba recogido en una trenza que llegaba hacia mi cintura; mi piel bronceada, mis ojos castaños, todo se encontraba como debía ser.

Por  instinto llevé mi mano hacia mi estómago, allí donde se encontraba la cicatriz de la bala que había obtenido al salvar a Chuck en el laberinto; elevé mi remera lentamente. . . y allí no había nada, mi estómago no tenía nada extraño. Lo mismo sucedió con mi hombro y mi pierna, no tenían nada.

Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos, de seguro todo había sido un extraño sueño.

Laberintos?

Penitentes?

Crancks?

Heridas?

De seguro todo había sido parte de mi imaginación.

Me encaminé a la puerta y la abrí.

—Hasta que decides honrarnos con tu presencia —.

—¿Alby?— lo observé extrañada— ¿Qué haces tú aquí?—.

—Quedamos en que hoy almorzaríamos todos juntos— dijo el moreno observándome con el ceño fruncido.

Sin comprender muy bien el por que, me arrojé sobre él, rodeándolo en un fuerte abrazo.

—Wow, ¿Qué sucede contigo?— dijo confundido.

—De verdad estás aquí—.

—Pues si, no iba a perderme la celebración— habló como si fuera algo obvio.

—¿Celebración?— lo miré sin comprender.

—Me parece que la cumpleañera empezó a tomar de lo que trajo Gally antes de tiempo—.

Esa voz cantarina me hizo girar en mi lugar.

—Chuck— murmuré antes de hacer lo mismo que con Alby.

—Eeh hola Rose— logró decir entre mis brazos.

—No puedo creerlo, ambos están aquí—.

—Rose, amor, ¿estás bien?—Newt acababa de entrar a la sala y me observaba como si estuviera loca, al igual que los chicos.

—Si— le aseguré— Es solo que tuve un sueño muy loco— le resté importancia.

—Y por lo que puedo deducir ellos no tuvieron un buen final— se burlo Gally ingresando por la puerta con platos en las manos— ¿Yo si lo tuve?— dijo observándome con una sonrisa coqueta.

—Yo, no lo se— contesté— creo que si—.

—Te vi Gally— intervino el rubio colocándose a mi lado y pasando uno de sus brazos sobre mi hombro— Consíguete la tuya— rio.

Más allá de la Cura. The Maze Runner #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora