Capítulo 11

319 31 0
                                    


—Rose—.

El woki toki llamó mi atención.

Era la voz de Newt.

—Rose, dime que estás ahí Rose, háblame por favor—.

Mi vista estaba fija en el aparato, y realmente no sabía si debía contestar.

—Hazlo Rose— dijo Teresa al verme dudar.

—No se si quiero volver a discutir con él— susurré.

Entonces no lo hagas, aún me falta un poco aquí, anda, habla con él—.

Sopesé un poco sus palabras antes de tomar el woki toki y abrir mi linea.

—Aquí estoy— dije simplemente.

—Gracias a Dios— un gran suspiro se escuchó desde el otro lado, al igual que mucho ruido de fondo.

—¿Qué sucede allí?— pregunté preocupada.

—Debes reunirte con Brenda lo más rápido que puedas—.

—No has respondido mi pregunta— insistí mientras me acercaba a un ventanal que dejaba ver la gran guerra que invadía la ciudad— Por favor dime que estás lejos de todo ese caos— supliqué.

— Tu dime que estás cerca de el escondite de la resistencia— La linea se quedó en silencio— Rose.

—No podía irme sin intentarlo— dije simplemente, sabiendo que él me entendería.

—Supongo que ya no hay nada que intentar— respondió— Al menos no para nosotros—.

—Newt— intenté hablar, pero me vi interrumpida por su débil voz.

—Debes salir de aquí Rose, debes irte— tosió— Nosotros no podemos hacerlo, ya no; pero estaré bien sabiendo que tú si lo lograste— hizo una pequeña pausa— ¿Sabes? lo único bueno de estar infectado es que al menos pude recordar la primera vez que te vi— rio levemente— eras una niña hermosa, la más linda que nunca había visto—.

Para ese momento yo me encontraba conteniendo los sollozos que amenazaban por salir.

—Y luego cuando crecimos yo estaba feliz de verte todos los días, ni siquiera puedes imaginar mi alegría cuando correspondiste a nuestro primer beso, fui el chico más feliz del mundo. Siempre lo soy cuando estás junto a mi— una explosión se escuchó de fondo— Por que te amo Rose, te amo como nunca nadie va a poder amarte; eres la razón por la que a pesar de que todo me diga que no vale la pena, tu estás allí para mandar todo esos pensamientos a la mierda y darme una sonrisa tan hermosa que vuelve mi mundo lleno de esperanzas— su voz se entrecortó — Hermosa, se que ahora no vas a entenderme y muy seguramente me odiarás, pero con el tiempo comprenderás y serás feliz—.

—Newt— junté fuerzas de donde no tenía para hablar.

—¿Si?—.

— Tú eres lo único que necesito para ser feliz— dije sorbiendo por la nariz— Y te amo; solo espera donde estás, iré contigo, y llevaré la cura, todo estará bien mi amor—.

Newt iba a decir algo, pero la linea se cortó.

—¿Newt?— golpeé el woki toki— ¡¿Newt?!—.

No hubo ninguna respuesta.

—MIERDA— grité arrojando el aparato contra la pared y rompiéndolo en pedazos.

Pasé mi mano por mi cabello de forma frenética sin saber que era lo que se suponía que podía hacer.

Rose, cálmate— Teresa me observó desde su lugar.

—Se estaba despidiendo— murmuré mirándola con los ojos derramando lágrimas— él se estaba despidiendo—.

—Rose—.

Yo d-debo, debo encontrarlo, l-lo tengo que encontrar— me comencé a dirigir a la salida.

—No, ¡es una locura!— intentó detenerme.

Una locura es no estar con él, ¿que acaso no lo entiendes aún Teresa? Todo esto, siempre se trató de él— dije antes de comenzar a correr en dirección a las escaleras, para así poder salir del edificio y buscar a Newt.

Al llegar a la puerta de entrada un fuerte olor a quemado me impactó, el ruido inconfundible de balas impactando en cualquier parte se hicieron oír, y las bombas explotaban por todos lados.

Un ruido en particular llamó mi atención, causando que elevara mi vista, encontrándome así con un Berg. Y no cualquiera, ya que dentro pude llegar a ver a Jorge.

Una pequeña luz de esperanza se abrió paso dentro de mi, ya que tal vez podríamos lograr salir todos y Brenda le daría el suero a Newt.

—Solo un poco más Newt, solo un poco más—.

Comencé a correr en dirección a donde se dirigía la nave, ya que estaba segura de que los chicos sabían de su presencia y que se dirigirían hacia allí; y una vez que todos estuviéramos juntos Teresa podría explicarle a Thomas lo de la cura, y salvarían a Newt.

Las explosiones me hacían trastabillar a cada paso que daba y la gente corría de un lado al otro, pero nada me impediría llegar a mi destino.

. . .

Luego de algunos minutos corriendo, logré llegar a donde anteriormente había visto que el Berg se detenía y tocaba tierra.

A pesar de encontrarme a una calle de distancia pude distinguir a Brenda bajando de este, seguida de Jorge.

Rápidamente acorté la distancia.

—¡Brenda!— la llamé.

Ella se giró en mi dirección al escucharme y su rostro se relajó levemente antes de abrir sus brazos y rodearme con ellos.

—Me alegra verte bien —dijo una vez que ambas nos separamos. 

—Rose— Sartén apareció por detrás e hizo lo mismo que ella ¿Estás bien?—.

—Si, vine aquí  por que los vi pasar y pensé que Newt estaría aquí junto a los demás— me expliqué.

—No hemos sabido nada de ellos aún— respondió desganado.

Justo cuando él acababa de decir eso, una explosión cercana nos hizo trastabillar.

—No podemos quedarnos aquí niñas— dijo Jorge observándonos a ambas.

—Tranquilo— dijo ella mirándolo y colocando a su vez su mano en mi hombro antes de girarse hacia mi— Ya vienen—.

Comencé a asentir frenéticamente, principalmente para intentar convencerme a mi misma de que Brenda tenía razón y de que ellos estaban a punto de llegar.

Ellos llegarían.

Si lo harían.

Más allá de la Cura. The Maze Runner #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora