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— ¿Entonces tendrás una cita con Biyin? — Murmuró mirándolo, este asintió.
— Eso es lo que le puse en la tarjeta, cuento con que irá, Ari es demasiado persuasiva —. Dequiv le dió la razón en eso.
— Entonces, ¿En qué tengo que ver yo?
— Ayúdame a hablar, es decir...— llevo su mano a su nuca apenado tratando de buscar las palabras correctas —. Se que sí voy así ahora, lo echaré todo a la mierda una vez más. Así que, ¿Podrías ayudarme a ensayar?
El de cabello naranja uno de sus dedos en su menton pensativo, el no se consideraba gay y por lo tanto aceptar a eso era aguantar palabras que malinterpretaria e inconscientemente pensaría que son dirigidas a su persona.
Pero es que ya había aceptado en ayudar a su líder, por lo que solo asíntio. Este sonrió feliz, ambos se acomodaron el sillón mirándose cara a cara.
— Bien... No sé que decir —. Soltó aire derrotado.
— No lo sé, solo piensa que soy ella y dime lo que quieres decirle —. Dijo rodeando los ojos.
— Pero es que, no tengo la mejor imaginación, ¿Podrías ponerte una foto de ella en la cara?
— ¿En serio? — Alzo una ceja riendo.
— ¡Dijiste que me ayudarías!
— Bueno, ¿que tal si te muestro como? — Auron lo miro extrañado, sintió como sus manos eran tomadas por las del peli-naranja, lo que lo sobresaltó.
Una mano lo tomo de las mejillas haciendo alzará la vista, encontrándose con los penetrantes ojos carmín de Dequiv, que enseguida se perdió en ellos. Eran realmente exóticos y bellos, era la primera vez que veía ese color con tanta pureza y sin ninguna pisca de maldad.
— Tu piel es muy suave, a simple vista se nota áspera pero es completamente lo contrario —. empezó a murmurar acariciando sus manos con sus dedos —. Tus ojos son muy llamativos, algo fuera de lo normal pero que atrapan a cualquiera con solo un vistazo...
Dequiv se quedó callado sin apartar su mirada de el, realmente se había quedado embelesado viendo aquellos ojos bicolor, uno era de un color avellana que mantenía un brillo tierno y el otro de un amarillo tan celestial.
Inconscientemente acercó más su rostro hacia el contrario.
— Tu rostro aunque tiene demasiadas cicatrices, eso lo hace más único y no lo daña, al contrario... Hace que tú ser sea aún más especial —. Los pómulos de Auron sintieron un agradable calor —. Bueno, tu turno...
Murmuró saliendo de su burbuja, soltó sus manos separandose de el.
— Bueno yo... — Suspiró, el sonrojo de sus mejillas de mantuvo, tomo entre sus manos las de el oji-rojizo.
