Lykos: El inicio del odio

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Sentía la presión de los demás alfas sobre mi cuerpo, mientras era levantado del cuello por el padre de Oliver, Bladimir. Estaba a punto de darme el golpe de gracia, pero fue en ese momento que los alfas detrás de él comenzaron a ver sorprendidos, de reojo pude notar algo había algo que quemaba dentro de mi pecho, mis ojos observaron como Oliver se levantaba a pesar de la influencia de los alfas presentes.

— Pa-dre... Mael... — Fue en ese momento que Oliver soltó un enorme grito. — ¡Suéltalo! — Sus ojos comenzaron a brillar en una luz azul celeste. Y fue entonces que sentí un poder llegar a mí, capaz de soltarme del agarre de Bladimir y golpearlo para enviarlo con los demás alfas. Mis ojos volvieron a ver a Oliver quien estaba viendo furioso a todos, y de repente una especie de sombra comenzó a aparecer encima de él, era la forma de un gran lobo blanco. — Todos, abajo. — Dijo con una voz que sonaba un poco diferente a la suya, y fue entonces que la multitud que nos estaba atacando, Oliver estaba dominando a 4 alfas primordiales y a un gran grupo de lobos guerreros él solo, estaba prácticamente aplastándolos con su presencia.

Fue entonces que de repente apareció mi padre tomándonos a los dos del brazo. Mientras otros viejos lobos tomaban a Gideon y David.

— ¡Tenemos que irnos ya! — Gritó con fuerza sacando de su trance a Oliver y a mi dejándome desconcertado de todo lo que estaba pasando. Nos jaló con fuerza, empezamos a correr a toda velocidad y fue entonces que mi padre dio un aullido al cielo, era la señal de auxilio que usábamos en mi manada, de repente que prácticamente todos los gigantes arboles del bosque comenzaron a caer, el bosque estaba cayendo destruido.

— ¡¿Papá?!

— No tenemos mucho tiempo, explicaré todo una vez que estemos a salvo de Bladimir. Tenemos que volver a Olimpia, habrá que juntar a muchos lobos. Estamos en guerra entre las manadas primordiales. — No lo podría creer, todo lo que estaba pasando simplemente por el amor que nos teníamos Oliver y yo. Fue en ese momento que miré como mi pareja caía casi desmayado, logré atraparlo y rápidamente subirlo a mi espalda, para seguir corriendo junto a mi padre y los demás lobos que se nos iban uniendo, pude notar que no eran de nuestra manda. — Owen y Silver. — Dije al reconocer a los demás lobos.

— Ellos están en nuestro lado, saben perfectamente que Bladimir está loco y que Blodmare, AlbaLupus y Orión harán todo lo que él diga. — Comentó. — También en ese preciso momento muchos lobos y sus familias están huyendo de sus casa de los dominios de Miller, se ha dado a conocer que nos han declarado la guerra, muchos no están de acuerdo con la forma de gobernar del papá de Oliver por eso han decidido desistir y buscar asilo con nosotros.

No podía creerlo, todo estaba desmoronándose y simplemente por estar juntos.

— Todo esto es nuestra culpa, si nosotros no nos hubiéramos conocido, si no fuéramos destinados...

— No digas eso. — Dijo mi padre mientras seguíamos corriendo. — Nunca pienses que encontrarte con tu destinado es un error, porque no es así. En su nombre lo dice, son destinados. El destino los ha unido por una razón, lamentablemente el tiempo y las circunstancias no son las mejores. Su amor es solo la excusa de Bladimir para destruirnos, estoy seguro que eso lo planeó desde que los vio juntos ya que tanto él como yo supimos en ese momento que ustedes eran pareja. — Mi padre lo sabía. — Yo no estoy en contra de su amor, una pareja destinada debe de estar juntos para siempre así debe de ser. Pero lamentablemente las cosas se han complicado ahora que Oliver a despertado su verdadero poder... — Mi padre se le quedó viendo a Oliver quien estaba desmayado en mi espalda. — Lykos, tu más grande miedo se hizo realidad.

— ¿Qué quieres decir con eso? — Pregunté, pero no hubo respuesta.

— Te lo explicaré luego, primero necesitamos escapar de todas estas tierras, cuando lleguemos a casa y Oliver esté despierto hablaremos de lo que ocurrió allá atrás. Mientras tanto necesito que te conviertas en lobo cuando lleguemos con el alfa Owen y Silver. En cuanto nos encontramos con los dos alfas y sus lobos acompañantes mi padre me ordenó convertirme en lobo y en cuanto lo hice mi padre sacó una especie de cuarzo y diciendo unas palabras una especie de tela de luz me cubrió a mi y a Oliver.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2021 ⏰

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Sin Manada, Orígenes: Oliver & MaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora