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Jaebeom

- ¿Dónde está ese maldito móvil? - levanté los papeles en mi escritorio, moviéndolos de un lado a otro en mi búsqueda. Lo tenía cuando llegué esta mañana, entonces en la junta con Mark.

- Mark. - Probablemente estaba en su oficina. Avancé por el pasillo y alcancé el picaporte.

- ¡Uhg! Oh Dios... ¡Mark!... ¡bebé! - Oh si, iba a necesitar cloro para mi cerebro y posiblemente comprar un nuevo móvil.

Aparentemente, el pequeño Changmin estaba con nuestra madre porque sus dos papis estaban trabajando en el bebé número dos en la oficina de Mark. No debería sorprenderme. Mis hermanos disfrutaban sus tiempos libres en la oficina. Hyunsik usualmente hacía lo mismo hasta hace poco. Ahora está demasiado ocupado yendo de un lado a otro para atender los antojos de mi cuñado embarazado.

Fui a recepción. Necesitábamos contratar una nueva secretaria, pero yo no tenía la paciencia para tratar con eso. Ser el único Lim soltero tenía sus desventajas. Tenía dos hijos y una novia, pero eso no detenía lo 'soltero y buscando'.

Después que pasara suficientemente tiempo para que Youngjae y Mark terminaran su rapidito, decidí regresar por mi móvil. Sin embargo, me detuve cuando Sojeong entró corriendo por la puerta sin mis hijos.

- ¡Beom! - arrojó sus brazos alrededor mío, gimoteando en mi camisa.

- ¿Sojeong, dónde están los niños? - pregunté,  tomándola por los brazos y empujándola un poco. Podía haber sido un poco más cuidadoso con ella, pero esos niños eran mi vida.

- Beom, un chico loco en el supermercado me atacó. Trate de detenerlo, pero me golpeó con un carrito de compras y me empujó hacia el maletero de mi carro. Ni siquiera lo vi venir - divagaba histéricamente.

- ¿Sojeong, dónde están mis hijos? - pregunte despacio. 

Cerró sus ojos y sacudió la cabeza. - Se los llevó. Bebé, lo siento tanto. Yeji estaba gritando; Hyunjin estaba gritando. Fue tan horrible.

- ¡Mark! - tomé el teléfono y llamé a la policía.

Mark y Youngjae llegaron corriendo al recibidor. Sojeong se encargó de contarles lo que había pasado mientras yo hablaba con un oficial. Él dijo que iba a mandar a alguien a revisar.

Aventé el teléfono y colapsé contra la pared.  Mis hijos habían sido secuestrados. Sojeong trató de consolarme, pero me solté de ella. No quería ser consolado. Quería a mis hijos. Ellos estarían probablemente tan asustados, y no estaba ahí para ellos.

- Yugyeom está aquí - dijo Mark suavemente. Sabía que estaba enojado también.

Entre más hablaba Yugyeom, más enojado me ponía. Nos hizo a Sojeong y a mi pregunta tras pregunta sobre lo que había pasado y quién podría querer herirlos. Quería salir a buscarlos. ¿Quién sabe lo que ese psicópata les estaría haciendo? Esto tenía que ver con dinero. Pagaría lo que fuera por tenerlos de regreso. Solamente los quería de vuelta.

- ¡Papá! - mi cabeza se alzó al momento en que Hyunjin venía corriendo con otro niño - este es mi amigo Jeongin, se acaba de mudar.

Rápidamente lo alcé en mis brazos. - Oh gracias a Dios. - Lo abracé con fuerza.

- ¿Dónde está tu hermana?

- Papá - se quejó, por mi muestra de afecto delante de su amigo. - Cálmate, ella está afuera con Jinyoung. - se lo pasé a Mark y corrí hacia afuera, sin importarme quién me seguía.

El chico loco estaba sosteniendo a mi niñita, y yo estaba más allá del enojo. - ¡Tiene el descaro de venir hasta acá joven! ¿Quién demonios se cree que es?

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