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Jinyoung

- ¿Tío Bam, por qué estás caminando chistoso? - Jeongin preguntó mientras Bambam prácticamente cojeaba hacia la cocina para tomar una taza de café.

- Monté un caballo - gruñó.

Casi escupo mi desayuno, pero me las arreglé para recomponerme.

- Debió haber sido un gran caballo - contesté quedito.

- ¿Qué dijiste? - preguntó Bam, mirándome cuidadosamente.

- Nada - sonreí. - Vamos, chicos. Tenemos que ir a comprar algunos útiles escolares. - Ambos, Hyunjin y Jeongin, gimieron. - No me hagan eso. Al menos Youngjae se aseguró de que estuvieran en las mismas clases. - Tener conexiones con el director de la escuela me venía bastante bien.

Hyunjin llevó su plato al fregadero. - Espero que nunca tengamos que visitar su oficina.

El puede ser atemorizante. - Me lo puedo imaginar.

- ¿Qué hay de ti, Señorita Yeji? - pregunté, limpiando el jarabe de su cara. - ¿Estás lista para el preescolar?

Arrugó la nariz y sacudió su cabeza. - ¿Me puedo quedar en casa contigo?

Sonreí y froté nuestras narices. - ¿Por qué no lo intentas por unos cuantos días? Harás un montón de amigos.

- ¿Pero, y si no? - preguntó.

- Entonces te secuestraré - prometí. Eso pareció apaciguarla, así que se unió a los chicos y fuimos a la cochera.

Antes de que saliera de la casa, Bam gritó, - ¡Hey! ¿Consigue algunas trampas para ratones, quieres? - Reí quedito mientras me apresuraba hacia la camioneta.

No creo que alguno de nosotros estuviéramos entusiasmados por ir a comprar útiles escolares. Jeongin caminaba junto a mí, y Hyunjin del otro lado, y Yeji estaba sentada en el carrito de compras. Estaba sosteniendo la lista en mi mano.

- ¿Para qué diamantes necesitan cuatro cajas de pañuelos cada uno? - Me estaba volviendo mejor al elegir mis palabras delante de ellos.

- ¿Para los resfriados? - sugirió Yeji.

Me encogí de hombros y arrojé los pañuelos al carrito. Jaebeom probablemente se iba a irritar porque yo comprara todas sus cosas, pero planeaba enviar a Jeongin con él y Hyunjin para recoger los uniformes que había mandado hacer.
Jeongin se tomó su tiempo eligiendo la mochila perfecta.

- Esto me deprime. - Rodeé mis ojos. ¿Qué niño habla de esa forma? - Tal vez deberíamos conseguir algo de pizza.

- Entre más rápido elijas una mochila, más rápido nos iremos - acepté. Rápidamente, tomó una mochila verde y la arrojó al carrito. Hyunjin había elegido la misma en azul.

Justo cuando terminaba de cargar todo en la camioneta, escuché un vehículo apartando en un espacio junto a mí.

- ¡Gorda!

- ¡Métanse en la camioneta! - arrojé el carrito a un lado y ayudé rápidamente a Yeji a meterse en el asiento trasero con los chicos.

- ¡Park Jinyoung! - gritó Jackson.

- ¿Nos debe dinero? - preguntó Hyunjin.

Puse mi mejor sonrisa inocente y me giré.

- ¡Jackson! Qué agradable sorpresa.

Me lanzó una mirada de regreso.

- Anoche estaba cruzando las calles, buscando a la siguiente chica afortunada en tener una pieza de esto, cuando vi a esta hermosa castaña con curvas en los lugares correctos. Decidí atraer su atención, así que hice sonar la bocina. - Sostuvo mi cara gentilmente en sus manos. - ¿Sabes que pasó después?

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