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Jinyoung

- ¡Corre más rápido! - gritó Jeongin.

Amo a ese niño, pero estaba listo para matarlo. Gracias a él, estaba fuera de la cama antes del medio día para trotar por la mañana alrededor de la cuadra. Kim Yugyeom estaba corriendo a mi lado con una soga amarrada alrededor de su cintura. Agarrado del final de la cuerda estaba mi hijo en sus patines.

- Vamos, Jin - dijo Yugyeom, sintiendo el inminente asesinato de mi hijo - piensa en esto como práctica, en caso de que necesites huir de la policía.

¿No podía dejar eso? - Los odio.

Él río - Se que eso no es cierto. He escuchado todo sobre tu y cierto Lim - tropecé. - Woah - agarró mi brazo y continuó corriendo. - ¿Te has enamorado de él ya?

- No me estoy enamorando de Lim Jaebeom. Es sólo que disfruto ser malo con él y él se lo toma bien.

- Sigue diciéndote eso, cariño. - Quería estamparlo contra el pavimento, pero él es un tipo bastante grande.
Probablemente terminaría haciéndome daño a mí mismo.

- ¡Más rápido! - Jeongin gritó de nuevo. A Yugyeom parecía no importarle, pero yo estaba a punto de matarlo. Sin embargo, me encontré a mí mismo corriendo más rápido a su lado. Las cosas que haces por tus hijos.

Para cuando llegamos a nuestras casas, yo estaba listo para colapsar. Me incliné y puse mis manos en mis rodillas. Jadeaba y estaba a punto de caer cuando escuché una voz familiar.

- ¡Jinyoung! - miré hacia arriba para ver a Hyunjin correr hacia mí.

- Hey, chico. ¿Qué haces aquí? - pregunté una vez que recuperé el aliento.

Él arrugó su nariz. - Yeji y yo estamos en casa de Shinhye. Hoy ella es nuestra niñera.
Oh, maldición, no.

- ¡Hey, Hyunjin! - Jeongin patinó hacia nosotros. - Deberías de venir a mi casa. Papá me compró un casco nuevo,  así que voy a practicar corriendo hacia las cosas con él para asegurarme de que sirve.

Debería de haber puesto un alto a sus planes enseguida, pero estaba demasiado distraído. ¿Qué demonios estaba pasando Jaebeom al dejar a sus hijos con esa mujer? Le advertí que los secuestraría de nuevo si era necesario. Bueno... ahora mismo parecía necesario.

- Yugyeom, ¿te quedarías con Jeongin por un minuto? Ahora vuelvo.

Yugyeom terminó de tomar una botella de agua. - Claro.  - Él tiró de la cuerda, jalando a mi risueño hijo hacía él.

- Vamos, Hyunjin. - Tomé su mano y me dirigí hacia casa de Shinhye. Cuando llegamos ahí, Shinhye estaba tratando de pintar las pequeñas uñas de Yeji, pero ella no estaba cooperando.

- Cariño, tienes que quedarte quieta - dijo Shinhye pacientemente.

- No puedo - respondió Yeji, botando un poco. Toqué el marco de la puerta para obtener su atención.

- ¡Jinyoung! - Yeji corrió hacia muy envolvió sus brazos alrededor de mis piernas, así que sonreí y froté su espalda.

Shinhye dejó salir un pequeño resoplido y se paró.

- Buenos días, Jinyoung. ¿Qué te trae por aquí?

- Oh, sólo estaba corriendo con Jeongin y Yugyeom cuando vimos a Hyunjin. Los chicos esperaban jugar juntos y no querían dejar a Yeji fuera, así que he venido para preguntarte si ellos pueden venir y jugar. - Iba a sacarlos de ahí no importaba lo que ella dijera, pero estaba tratando la ruta educada, primero.

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