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Jinyoung

La casa estaba demasiado tranquila. Jeongin terminó pasando la noche entera con los padres de Jaebeom, o como los llamaba ahora, Abuelito y Abuelita. Yungmin me llamó y me informó de sus planes de mantener a mi hijo con Hyunjin y Yeji hasta que nos pudiéramos reunir para almorzar al día siguiente. Eso me dejaba sentado en el sofá, recorriendo por los canales mientras Bam se preparaba para trabajar.

- Tú y el bombón parecían bastante cómodos en el pasto anoche. ¿No pudieron llegar a la casa? - preguntó, agitando sus cejas. Quería arrancarle la perforación del labio.

- Hablando de anoche, ¿por qué carajos estabas esposado... otra vez? - Era la segunda vez en tres días.

- Olvidé que me habías llevado al trabajo, así que necesitaba un aventón a casa. Mark y Youngjae se ofrecieron, pero ¿qué había de divertido en eso? Llamé a la policía y les dije que había un perpetuador en Construcciones Lim - sonrió. - El Oficial Buenote estaba encabronado.

Sacudí mi cabeza. Pobre Yugyeom. Mi hermano le iba a dar una úlcera o algo.

- ¿Cómo te vas a ir a la oficina hoy?

- Mi moto - dijo, arrojando un juego de llaves y atrapándolas de nuevo. - No he tenido sexo, así que necesito algo emocionante entre mis piernas.

- Vete a trabajar - contesté.

- Te quiero - cantó mientras iba camino a la puerta.

Estaba a punto de relajarme y tratar de tener un momento para mí mismo, pero alguna persona cruel tenía otras ideas. - Jin, he estado esperando platicar contigo toda la semana. Tienes mucho que contarme. ¿Por qué no me dijiste que tenías gustos extravagantes? Lo habría entendido.

Kim, maldita, Hyuna. - ¿Cómo entraste aquí y a qué carajos te refieres con eso?

- Tu 'compañero' me dejó entrar - dijo, usando esas molestas comillas en el aire.

Era oficial. Bambam tenía que morir. - Ignóralo. Ese era mi hermano. Está recién salido de la granja para locos.

- Claro - asintió y me guiñó el ojo como si estuviera involucrado en algún secretito escandaloso - tu hermano - la perra de verdad creía que tenía gustos extravagantes. Y a todo eso ¿a que se refería? Tal vez por la forma en la que Bambam se veía. - Así que, escucha, Hyojong y yo queremos que vengas a cenar un día de estos. ¿Esta noche está bien para ti? - me guiñó el ojo otra vez.

¡Diablos, no! ¿Qué clase de personas están viviendo en este vecindario? - Lo siento. Tengo una cena con los Lim - Entonces sonreí. - Pero veré si Bambam puede llegar más tarde si tu quieres. Él es un poco alocado, pero en sí es buena compañía. - Mi hermanito iba a aprender de la manera difícil a no meterse conmigo.
Hyuna aceptó hablar con Hyojong sobre ello mientras la acompañaba a la puerta.

- De todas formas nos encantaría que nos acompañaras algún día - dijo Hyuna. - Cuando quieras - susurró. La lunática perra de hecho me acarició las nalgas antes de irse. ¡Iba a matar a Bam! Pero primero iba darme una ducha. Esa mierda me había hecho sentir sucio.

Tome mi tiempo preparándome para el día. Incluso puse un poco de empeño en arreglar mi cabello. Iba a reunirme con Yungmin en un lujoso café, así que hasta me puse unos bonitos pantalones de vestir. Esperaba que ella supiera en qué se estaba metiendo al llevar a Jeongin al café. Eso era simplemente pedir problemas.

Cuando llegué, dejé mi camioneta con el valet y entré. Yungmin ya estaba ahí e hizo que me escoltaran a su mesa. Lo que vi me dejó sorprendido. Tuve que mirar dos veces para asegurarme de que de verdad era mi hijo. Estaba sentado junto a Hyunjin, los dos vistiendo camisas de botones y corbatas de clip.

KIDNAPPERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora