𝑵𝒐𝒕 𝑺𝒉𝒚 𐐪⇢ {𝑱𝒆𝒐𝒏 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌}

⛓️03

Ni siquiera le dí tiempo de reaccionar.Lo quería ahora.Lo deseaba.

Estaba besando a Jungkook contra la puerta de la oscura habitación.Al principio no me siguió el beso por la sorpresa,pero luego movía sus labios en sintonía con los míos.El sabor de los shots quedaron ahí,y aunque no era fanática del alcohol,podría volverme una si sólo requería tomar de él.

El beso era tímido por su parte,pero yo quería más.Quería averiguar hasta qué punto podría llegar y aguantar.Mordí sus labios y un pequeño gruñido gutural llegó a mis oídos.Jungkook tenía una mano en mí hombro y la otra al aire.No sabía si él se detendría,o me frenaría,pero antes de que ocurra eso,jalé de su camiseta y nos conducí al borde de la cama.El ambiente para mí ya estaba ardiendo,o era yo la que no podía más con mí propia temperatura.

–Es-espera.–me detuvo;incluso sin las luces,algo me decía que sus mejillas estaban rojas,la respiración agitada,los ojos llorosos.No podía ver ese bello rostro suplicar,y eso era lo que quería–Los demás deben de estar preguntando dónde estamos.

–¿Importa?Te quiero.Ahora.–exigí jadeante por la palpitación que sentía en mí feminidad ya mojada.

Jungkook chasqueó la lengua,indeciso.No quería esperarlo.Además,su voz me decía que quería lo mismo que yo.

Lo empujé contra el colchón y me posicioné encima de él.Bajo sus jeans,sentía el bulto que tenía formado,reclamando mí atención.Lo besé nuevamente y esta vez,respondió con la misma ferocidad que trataba de transmitir.Pasé a quitar su chaqueta y al ver que él accedía fácilmente,daba a entender que lo haría mío.

¿Cuándo fue la última vez que me sentí así?

En unos segundos,su abdomen estaba expuesto ante mí.Y me había terriblemente equivocado:su cuerpo parecía esculpido por un artista asombroso;sus abdominales ligeramente marcados se notaban tan besables.Yo me estiré por encima de él para poder prender el velador de la mesa de noche.

–Para que sea más divertido.–dije y era porque quería apreciar cada parte suya.

Jungkook estaba agitado,como si ya no aguantase más las ganas que le estaban ganando y que no quería dejar ver.Y yo quería divertirme,molestarlo;que suplicara.Rápidamente,me quité la blusa que llevaba puesta y dejé que sus ojos recorrieran mis senos ocultos por el oscuro sostén de encaje.Para mí sorpresa,su mano recorría mí cintura hacia arriba,dejándome la piel de gallina a su paso por el ardor que me producía.Sin poder más,mis caderas se movieron contra su miembro,invitándole a que se atreviera a lo que ya estaba predestinado hacer.Reprimió un gemido y empezé a frotarme contra él,esperando a que suelte cada sonido sexual de su boca.

–Jungkook.No quiero que reprimas nada.–solté entre jadeos–No te conten-.

Pero no me dejó terminar.El chico que creí tímido se abalanzó sobre mí,intercambiando las posiciones;incluso los roles.Él estaba encima de mí ahora,con una fiera y hambrienta mirada llena de lujuria pura.Sus manos se posicionaron en mis caderas y su rostro reflejaba su verdadero ser,recordándome la advertencia de Nayeon sobre él.¿A esto se refería?Parecía un depredador a punto de devorar viva a su presa.Literalmente.

–Oye.Espera.¿Qué haces?

–¿No es obvio?–respondió irónicamente.

–Creí que no serías-.

–¿Dominante?Ja.Qué equivocada estabas,cariño.–se burlaba de mí con una sonrisa diabólica y apretó uno de mis senos,dejándome aún más desesperada.

–No parecías...

–¿Creíste que serías tú la que dominaría?,¿Que sería el sumiso aquí?Oh,qué ingenua.Tan caliente e ingenua.Me gusta...–se acercó a mí cuello y empezó a mordisquear este.

No estaba acostumbrada a ser YO la que esté sometida,mucho menos que alguien se atreviera a dejarme como idiota;pero su mirada penetrante y oscura,su voz parecía tan sádica que ni siquiera me quería atrever a replicarle.De verdad era ingenua,como él dijo.Me dejé llevar por su apariencia y eso podría haber sido mucho peor.

A pesar de todo,estaba curiosa y excitada por ver qué podía ofrecer;cómo podría complacer.

Él siguió mí papel,y empezó a moverse duramente contra mí ya necesitada feminidad.Necesitada por él.

–Mierda.–dijo y empezó a desabrochar mí pantalón para saciar más su necesidad que la mía–Voy hacerte mía.Ahora.