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–Detente.–traté de aquietar mis gemidos ahogados,sin querer darle el placer de oírlos libremente.

–Vamos,nena.Gime.Deja de reprimir las ganas de hacerlo.–sabía que tarde o temprano accedería a sus exigencias,pero no quería aceptarlo.

Su miembro estaba en aquel canal estrecho de mí clítoris,y aunque quería negarlo,se sentía jodidamente bien.No faltaba tanto para que me corriera y él lo presentía.De un momento a otro,empezó a bajar el ritmo.Mierda.No sé quién carajos es el diablo para los demás,pero para mí,él lo sería.

–¿Qué haces?

–¿Qué?¿Quieres que suba la velocidad?–rió por lo bajo en mí oído–¿Por qué no gimes,entonces?Haneul,hazlo.Por favor.–esa súplica sonó tan angustiada y fingida como las palabras de un maldito estafador susurrándole dulcemente a la víctima.

–¿"Por favor"?¡Maldito bastardo!¿En serio me pides por favor?

Se quedó en silencio unos segundos.Sus ojos pasaron a ser serios y su arrogante sonrisa se desvaneció.Luego,su rostro diabólicamente angelical quedó a escasos centímetros del mío,donde mí corta respiración chocaba contra sus seductores labios.

–¿En serio te estás quejando cuando fuiste TÚ la que me tentó primero?Me diviertes,en serio.

–¡Pero se supone que yo sería la que estuviera arriba,no tú!–volvió a sonreír y sus ojos se achinaron con la misma emoción.Se divertía.Le divertía que al final mí atrevimiento fue lo que me dejó en esta situación.Literalmente,ya pueden llamarme del circo para poder ir a trabajar.

Jungkook volvió a follarme lentamente,lo que hacía tan tentador el hecho de querer suplicarle.Seguramente ninguna le decía que no,y eso me enfurecía.Lo peor de todo,es que tenía apariencia inocente,y se me hacía que usaba eso a su favor para atrapar a cualquier necesitada vagina.

Bajaba el ritmo a propósito.Una y otra vez,cada segundo más hacía que me retorciera por la falta de la fricción de su miembro contra aquel abismo de placer que quería obtener.No podía más,y al final,terminé suplicando como él lo quería.

–Maldita seas,Jungkook.Deja de hacer eso.–esperaba que mí desesperación le llegara y sostuve mí brazo contra la cara de la vergüenza.

–¿Qué?Perdón,no te oí bien,repítelo.–no podía verlo,pero sonaba como si estuviera planeando mí perdición a través de su ronca voz.

–Dije.Que.Subas.La.Puta.Velocidad.–allá va mí orgullo.

Ni siquiera respondió,sólo accedió a mis súplicas y aceleró dura y placenteramente.Sentía que mis fluidos facilitaban la entrada y salida de su miembro y el poder oír su agitada respiración me encendía aún más.
Cuando volví a mirar sus oscuros ojos,se reflejaba la excitación en ellos;como si quisiera aún más de lo que podría pedir.

Jungkook arañaba mis muslos con fuerza y se aseguraba de que ningún movimiento fuera erróneo,y yo,sujetaba las sábanas a mí lado mientras mis senos rebotaban.Quería que él los tocara,masajeara,todo.Sentía cada toque suyo como una llama viva bailando en mí piel.Si él me besaría en ese momento de la manera más desquiciada y sensual,me atrevía a decir que me tendría más que complacida a sus pies.Y eso,era algo que me aterraba y excitaba a la vez.Parecía todo un experto hijo de la perversión,conduciéndome aún más al borde del paraíso.

Pero eso fue interrumpido por los golpes en la puerta de la habitación.

–¿Hay alguien ahí?¡Necesito el cuarto para necesidades sexuales que saciar carajo!

–Mierda.–susurró él entrecortadamente fastidiado–Bueno.No se pudo.

Jungkook se retiró y yo quedé ahí,agitada,irritada;con ganas de matar a alguien.Tan pronto salió encima de mí y ya extrañaba su calor.Su tacto.Yo también me levanté y comencé a vestirme rápidamente.Suspiré.

–Bien.Nos vemos.–me despedí e impidió mí camino.

–¿A dónde vas?–espetó.

–Ya terminamos.Buscaré a Nayeon.

–No.No terminamos.Ni siquiera pude ver cómo te corrías;no lo disfruté.–frunció el seño y tomó mí cintura acercando sus labios a los míos,sin intención de besarlos.

–Lo siento,angelito.Pero ya ves que alguien más tiene...necesidades que satisfacer.Y por lo visto,tranquilamente puedes tener otros momentos cuando se te dé la gana.–aparté sus manos y lo miré seriamente,a lo que el maldito sólo sonreía.¿¡Por qué sonríe!?

–¿Acaso te pregunté?No te dí opciones.–tomó mí muñeca y me arrastró a la salida,donde se encontraba aquel joven con una chica,ansiosos de entrar.

Al bajar las escaleras,Nayeon estaba ahí,y al vernos juntos y mí cabello despeinado por no tener tiempo de arreglarlo,sus ojos se abrieron como platos.No dijo nada,sólo me sonrió pícara,aunque pude notar cierta molestia.

Jungkook le sonrió como un niño inocente y siguió nuestro camino.No sabía a dónde me llevaba,pero no podía negar que me excitaba pensar en las cosas que podría hacerme.

𝑵𝒐𝒕 𝑺𝒉𝒚 𐐪⇢ {𝑱𝒆𝒐𝒏 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora