Salgo a duras penas de la mansión de los Dunne, mientras mis perseguidores me lanzan armas, improperios e incluso me escupen. La droga que me ha sido inyectada mientras se realizaba la ceremonia de apertura comienza a hacer su efecto. Las luces de los coches que pasan por la carretera se difuminan dejando estelas a su paso, lo mismo ocurre con las farolas y las pocas luces que quedan en el vecindario. Me pesa el cuerpo, mucho, muchísimo. La sensación es similar a llevar una mochila llena de piedras mientras llevas los pies atados.
Comienzo a idear un plan en mi cabeza, sin embargo no puedo pensar con claridad. Todo es un revoltijo de pensamientos, gritos y mi instinto de supervivencia instándome a correr más rápido. No puedo ver ya a las demás presas, supongo que ya deben estar escondidas o muertas ya que vi salir a unos veinte grupos antes de que marcarán las doce.
Echo una rápida mirada hacia atrás. Me arrepiento al instante, están a tan solo unos metros de mí y mis piernas ya se encuentran débiles, no puedo correr más pero tampoco tengo dónde esconderme. Comienzo a sentirme cansada, mis párpados se cierran involuntariamente por mucho que intente mantenerlos abiertos. Desfallezco por momentos mas nunca llego a tocar el suelo. Unas manos grandes y delicadas me toman por el antebrazo y me arrastran hacia algún lugar, no podría decir a dónde.
El corazón me palpita en las sienes de una manera tan débil que temo que se pare, la cabeza me da mil vueltas y me apenas consigo que entre aire a los pulmones a causa de mi rápida y superficial respiración. Palpo mi brazo derecho y no soy capaz de sentirlo, no sé si es porque me encuentro helada o porque no percibo los estímulos de la misma manera.
—Vamos bonita, reacciona —escucho una voz en la distancia pero a su vez su aliento roza mi mejilla—. Deva, vamos no puedes entrar en shock, ahora no...¡Joder! —alzo mi mano en un vago intento de liberarme, ni siquiera consigo mover un dedo—. Nadie te retiene, cariño, déjame ayudar —continua esa voz.
—Mierda, D...
—No digas mi nombre, imbécil —le responde brusco.
—¿Qué más da? Deja que se muera tranquila, ya ha entrado en shock, no le queda mucho tiempo y si continuamos aquí, Érebo se dará cuenta y los que tendremos graves problemas seremos nosotros.
Quiero moverme, huir y alejarme lo máximo posible de estas personas, de este maldito pueblo que solo me ha dado dolores de cabeza sin embargo, me encuentro inmovilizada. Dos pinchazos más es lo último que recuerdo antes de ser transportada hasta un lugar blando y cálido.
•✨🦋✨•
Despierto en una camilla de hospital con varias intravenosas en mis brazos. Un gotero con suero las suministra. Me duele la espalda y la cabeza cada vez que hago el amago de incorporarme. Todavía me encuentro un poco mareada pero nada se compara a hace un rato. Husmeo un poco la habitación todo y cuanto me permiten los cables que tengo pegados al cuerpo.
Nunca he estado en un hospital de Gealach bán pero si así es como luce, deberían cerrarlo, da mucho asco. Las paredes tienen manchas por todos lados de lo que espero sean humedades por culpa de un filtración de las cañerías, algunas están fracturadas y las grietas son claramente notables, tanto en las paredes como en el techo. Una vez escuché que las condiciones del hospital debían ser mejoradas, si era a esto a lo que se referían, les doy la razón.
La puerta se abre de golpe y a pesar de que no soy capaz de reaccionar con agilidad, me coloco en posición de pelea recordando las instrucciones que tuve hace algunos años: puños en alto, piernas separadas y la cabeza escondida detrás de lo primero.
—Tranquila, fiera —dice un chico de no más de dieciséis años cuando me ve. Con toda la calma del mundo, se acerca a mí y toma mis puños entre sus manos bajándolos—No te he ayudado para que ahora me des una paliza —sonríe y se aleja.
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Las respuestas de la Luna
Детектив / Триллер¿Qué pasaría si de la noche a la mañana lo perdieras todo? Tal vez debamos preguntarle a Deva. Dev pensaba que lo tenía todo,que podría ser feliz, sin embargo todo lo que había logrado se vio destruido en tan solo una noche. Aquella fatídica noche...