with you [jotakak]

party

—¿No estás asustado?—habló Kakyoin, antes de que saliéramos del auto.
—No, ¿Por que lo estaría? Ellos no tienen stands, son personas normales.

La música de la fiesta llegaba hasta nosotros, y por las ventanas de la casa salían luces de colores.

—No ese tipo de miedo...—levanté una ceja confundido y el solo suspiró.—Nunca bebí alcohol tampoco.
—...No tienes que hacerlo si no quieres.—el asintió, pero aún se veía asustado.—No te preocupes, si alguien te dice o hace algo, los golpearé.

Sonrió, y soltó una leve risa.
—No lo dudo.

Salimos del auto y entramos a la fiesta. Solo estábamos ahí por que Polnareff nos había insistido desde la semana pasada que vengamos.

Había un montón de gente bailando y gritando amontonados entre sí. Fruncí el ceño, las fiestas no eran lo mío.

—Kakyoin, dame la mano.
—¿Que?
—Que me des la mano.—grité un poco, la música de la fiesta estaba muy fuerte.
—Ahh...—me hizo caso al segundo de haberlo escuchado—espera, ¿por qué?
—Así no te pierdes.— Probablemente se había enojado, podía escuchar el "No soy un niño" pero no dijo nada.

Llegamos a la cocina que estaba un poco mas tranquila, podíamos hablar sin problemas.
—Demonios...—no quería dejar solo a Kakyoin, ya que le había prometido estar con él pero tenía que buscar a Polnareff y encontrarnos.—Tengo que ir con Polnareff pero si no lo encuentro en menos de 10 minutos nos quedamos en el auto, ¿bien?.

Kakyoin asintió, claramente entendía la situación y no se iba a poner a hacer un berrinche.
Me fuí rapidamente y subí difícilmente por las escaleras, ya que habían varias personas besándose en estas.

Arriba habían dos puertas cerradas y una fila para lo que parecía el baño.
Nada más en ese pasillo, y no pienso abrir la puerta de esas habitaciones cuando lo más probable es que sean personas teniendo sexo.

Suspiré harto, supongo que esperaríamos en el auto hasta que la fiesta terminase y Polnareff saliera así nos podríamos ir todos juntos.

Bajé las escaleras y fuí calmado a la cocina hasta que vi a Kakyoin acostado en la mesada de esta estirando sus brazos y cruzando sus piernas.
—¿Kakyoin?
—¡Jojoooo! ¡Volvisteeee!—cambio la posicion en la que estaba y se sento en un movimiento rápido con un vaso en su mano.
—Kakyoin...¿estuviste bebiendo?
—Uhhh... puede ser, jakajah!—se reía y movía su cabeza hacía atrás como si su cuello no aguantara su peso.

—¿Cuánto bebiste?—me miró y empezó a bajar dedos contando los vasos de alcohol que se había tomado.—¿¡6?!
—Es que estaba aburridoooo.
—¿De qué?—señaló una botella de un licor sabor a cereza. Pero era muy fuerte para la primera vez de Kakyoin bebiendo.

Le tomé la mano y lo llevé a un sofa de la sala, que por suerte, no estaba siendo ocupado.
Nos sentamos ahí, ahora tendría que cuidar a un Kakyoin ebrio y quedarme en la fiesta. Solté un largo suspiro.

—¡Joooooojoooo!
—¿Qué?
—¿Me das un beso?—lo miré sorprendido, pero no tenía caso, estaba borracho.
—No.
—¿Por queeeee?
—No sabes lo que estás diciendo.—Kakyoin frunció el ceño y se sentó arriba de mis piernas, quedando cara a cara conmigo.
—¿Sabías que me gustas?—Mi cara ardía y mi estomago dolía, hijo de puta, se nota que nunca antes había tomado.

Kakyoin me gustaba hace varios meses pero pensé que lo mejor sería ignorar esos sentimientos hasta que desaparezcan.
Aunque realmente no estaban desapareciendo, de hecho, cada vez paracía que el pelirrojo me hipnotizaba más y más. No quería hacer algo y arriesgarme...