Capítulo 5: Cinco

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Las lágrimas comenzaron en el momento en que Jongin soltó la manita de Jia. Sus chillidos fueron fuertes al principio, en su mayoría agresivos. Le tomó toda la fuerza de voluntad a Kyungsoo no saltar y mimar a su bebé. Pero sabía que no era lo mejor.

Jia ya tenía cinco años. Toda su vida había estado rodeada por su amada familia, por él y Jongin, por sus abuelos, por todos sus amigos que la trataban como su propio rayo de sol.

"Regresaremos después de la hora del almuerzo, princesa," Jongin se agachó para ponerse a la altura de los ojos de su hija, sus gritos se convirtieron a regañadientes en suaves sollozos mientras se frotaba la cara manchada de lágrimas. Kyungsoo frunció los labios mientras veía a su esposo tocar la cabeza de Jia, el cabello negro recogido en dos coletas.

Sus sollozos parecieron aumentar durante unos segundos mientras apretaba su abrazo alrededor del escuálido osito de peluche.

"¿Lo prometes?" La voz de Jia era pequeña y temblorosa, y sus ojos eran tan grandes y llorosos que Kyungsoo casi tuvo otra crisis nerviosa en ese mismo momento.

"Te lo prometemos, amor," dijo, arrodillándose. Extendió la mano para borrar la lágrima que rodaba por el rostro de Jia, y le dio la mejor sonrisa que pudo reunir. "Pero también tienes que prometer ser paciente, ¿de acuerdo? ¿Puedes hacer eso?"

Jia resopló, enterrando sus labios temblorosos en el osito de peluche. El asentimiento fue vacilante, pero hizo que el corazón de Kyungsoo se sintiera un poco a gusto.

"Está bien, ven aquí," Jongin estiró el brazo y antes de que Kyungsoo se diera cuenta, Jia casi lo derribó al suelo con la forma en que corrió a sus brazos. Dejó escapar un suave suspiro, sintiendo los brazos de Jongin alrededor de él y de su hija. El abrazo duró unos momentos muy largos, y Kyungsoo se tomó su tiempo para apreciarlo, antes de que el agarre de Jongin a su alrededor se aflojara y Jia retrocediera. Jongin extendió la mano hacia ella, tocando juguetonamente su nariz con un dedo, haciéndola arrugar su carita. "Haz muchos nuevos amigos, ¿de acuerdo? Quiero saberlo todo más tarde."

Se levantaron lentamente cuando Jia por fin tomó la mano de la maestra de jardín de infantes. Ella se daba la vuelta para mirarlos por encima de su hombro cada pocos pasos, y Kyungsoo simplemente contuvo la respiración. Levantó el brazo para despedir a Jia por última vez antes de que la maestra la llevara al interior del edificio.

Luego, finalmente dejó escapar el aliento, el cuerpo se debilitó contra el de Jongin. Los dedos de su esposo se apretaron alrededor de su cintura.

"¿Estás bien?"

"Cinco segundos más de esto, y yo me hubiera empezado a llorar," Kyungsoo entre dientes en el hombro de Jongin. Sintió el aliento de su esposo en su piel cuando soltó una risa baja.

"Dímelo a mí."

Kyungsoo solo miró las puertas del edificio, sabiendo que su pequeña niña estaba allí, en su primer día lejos de ellos. Simplemente se sentía ansioso. Nervioso. Preguntándose si estaría bien.

"No te preocupes," dijo Jongin, como si leyera la mente. "Es un gran lugar y ella estará bien. Tienen nuestros números, ella tiene nuestros números. Va a estar bien."

Kyungsoo solo respiró profundamente una última vez, antes de finalmente apartar la mirada de las puertas del jardín de infantes. Se enderezó un poco y el brazo de Jongin se movió desde su cintura hasta su mano. Tiró de sus dedos ligeramente, mientras inclinaba la cabeza hacia el estacionamiento.

"Tenemos que irnos, amor," recordó Jongin en voz baja. "Los editores probablemente ya estén esperando."

Kyungsoo asintió lentamente.

The Devil Raises Hell - KS (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora