Inicio y retroceso

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Harry mantenía una sonrisa mientras observaba a su sobrina e hijo jugar en la nieve, junto a un fastidiado Teddy que no dejaba de mirar mal a los menores cada vez que estos le lanzaban bolas de nieve.

Pasado 15 minutos, Harry llamó a los niños para que se den un baño y relajen los muy posibles dedos entumecidos tanto de las manos, como de los pies. Mientras se dispuso a preparar la cena, pues Harper no tardaría en llegar a casa. Así que se dispuso a cocinar algo simple.

Agarró los fideos y los dejó cocinar mientras preparaba la salsa verde, cortó los ingredientes y los colocó en la licuadora. Una vez lista la salsa procedió a combinarlo con los fideos y a servir los platos, guardando una ración en caso de que Harper demore en llegar.

-¡Niños bajen, la cena está lista!- cuando oyó los pasos apresurados se dispuso a sentarse y a esperarlos.

Harry observó que todos traían su pijama ya puesta, muy probablemente a la espera de una noche de películas. Después de todo no era tan común que ellos ya estuvieran en pijama antes de las 7.

-Tío Hazz ¿qué es lo que has hecho de cenar?-preguntó Harriet

-Acaso estas ciega Harriet, es obvio que papá hizo tallarines verdes.

-¡No me digas ciega, tonto rubio!

-¡Pues tu no me digas tonto!

-Ambos deberían callarse y comer ¿no creen?

Ambos niños miraron a su primo mayor con recelo, pero se dispusieron a hacer caso.

-¿Creí que la etapas de peleas se habían acabo?

-Pues con estos dos dudo que eso algún día pase.

-¡Cállate Teddy!-gritaron ambos menores

Teddy solo les sacó la lengua y se dispuso a comer, Harry dio una ligera risa antes de imitar la acción de su ahijado.

-Papá ¿la tía Harper no va a venir a cenar?

-No te preocupes Scorpius, la tía Harper vendrá a cenar.

Scorpius solo asintió y siguió comiendo, Harry no pudo evitar comparar de nuevo a su hijo, tenía sus mismas muecas y reacciones, el pensar en eso solo lo hacía más doloroso, pero lo hecho ya estaba hecho.

Teddy solo observaba a su padrino de reojo, sabía que todo había sido difícil para su padrino después de mudarse nuevamente a Inglaterra, sin embargo, su padrino había sido muy fuerte al volver aún con el riesgo de encontrarse en situaciones incómodas nuevamente.

Antes de que pudiera seguir perdiéndose en sus pensamientos el timbre sonó y eso atrajo la atención de todos los presentes. Harry se apresuró a abrir la puerta, solo para encontrar a su hermana despidiéndose de su acompañante.

-¿Besa bien?

-¡Diablos Harry, casi me matas de un susto!

-Pasa Harper, ahora te sirvo la cena.

-¡Grandioso! Estoy tan hambrienta, no he comido desde que salí de casa.

Harry soltó una risa y se encaminó a la cocina a servirle un plato de tallarines a su querida hermana. Mientras observaba como todo el ambiente se volvía aún más cálido, supo que mientras tuviera a su familia todo podría andar bien.

-Ten, cuando termines te cambias y vas a la sala.

-¿Noche de películas?

-¿Qué más podría ser?-dicho esto se encaminó a la sala a acomodar todo, los cojines, las colchas, las películas y los snacks. Con ayuda de su varita acomodó a la TV casi recién instalada y la configuró con ayuda de la pequeña guía que Hermione le había dado.

Una vez terminado de acomodar todo, llamo a los chicos y se acomodaron en medio de los cojines y colchas, escogieron las películas y procedieron a sumirse en lo que la pantalla mostraba. Harper se unió unos 15 minutos después y Harry se sintió completo.

Casi dos horas y media después, estaban o durmiendo o cabeceando, así que decidieron que era todo por esa noche, una vez todos estaban en sus habitaciones, el silencio se hizo presente y este no hizo nada más que intranquilizar a Harry.

Tratando de dormir fue que escucho que golpeaban la puerta, Harry agarró su varita y fue hacia donde provenía el ruido. Una vez ahí, tomo aire y abrió la puerta.

-Hola Harry

Casi automáticamente Harry cerro la puerta y volvió casi corriendo a su habitación tratando de dormir.

-Esto no puede ser real, él no puede estar aquí.

Balbuceos eran lo único que soltaba, atormentándose nuevamente por la misma persona que una vez amó con toda su alma. Solo pudo pensar en su hijo, si Draco estaba aquí es porque ya sabía todo o lo intuía por lo menos y esa sola idea lo hizo temer.

Sumergiéndose en esos sentimientos solo pudo recordar tantas de las veces en las que le hizo sentir lo mismo. Y es que no importará que hiciera o adonde fuera, Draco Malfoy siempre iba a ser la única persona capaz de romperlo y armarlo.


ᴰʳᵃʳʳʸ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora