Capítulo cinco: calma antes de la tormenta.

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Buen día a todos, como los que leen la historia, he eliminado las partes anteriores ya que me confundí al publicarlos, por lo que ya vine a poner los capítulos que me faltan, son 5 aproximadamente así que espérenlos. Y disfruten, ya que mi Beta me abandono sin decir nada y solo tengo un capitulo mas con sus correcciones, aun así no le quitare el crédito de su trabajo. 

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El lunes por la mañana, Tanjiro se levantó para iniciar el día como siempre. Se vistió y estaba listo para ayudar en la panadería como todas las mañanas antes de ir a la escuela. Su celo solo había durado dos días y ahora ya se encontraba listo para ir a la escuela y así poder comenzar su nueva vida inundado de olores diferentes. Su madre lo miró intentando bajar las escaleras en dirección a la panadería y lo detuvo.

—Tanjiro, hoy puedes no ayudar en la panadería. Acabas de salir de tu celo, debes tomártelo con calma— al finalizar eso Nezuko salió de su cuarto con su uniforme puesto y corrió a donde su hermano.

—Sí, no te preocupes que yo ayudaré a papá— la chica empujó a su hermano en dirección a la cocina y se giró para bajar las escaleras.

Tanjiro suspiró y se sentó en el comedor para ayudar a su madre a preparar los tranquilamente hasta que los demás niños de la casa salieron de sus cuartos y atacaron a su hermano llenándolo de abrazos. Los niños no entendían su hermano mayor había estado todo el fin de semana en su cuarto, pero ahora que ya no lo estaba lo querían mimar un poco.

Después de separarse, Tanjiro fue a su habitación para poder meter a su mochila los supresores que su madre le compró para revisar por milésima vez su teléfono. Durante todo el fin de semana le había mandado al pelinegro un mensaje informándole de su situación, pero éste nunca contestó, haciéndolo sentir un poco triste

Todo el fin de semana se lo había pasado pensando en la situación del viernes. Era consciente de que prácticamente había sido abusado sentía nada. No se sentía sucio ni enfermo, pero pensar en que otra persona, de Giyuu lo tocara, sí lo hacía sentir así. Y no sabía por qué . Pero lo que más pensó, fue en ¿qué haría si es que resultaba embarazado? No sabía y tenía que hablarlo con su profesor lo antes posible, para poder solucionarlo.

Hizo lo que tenía que hacer en su cuarto y volvió a salir para desayunar con su familia, al terminar se despidió de la casa para ir a la escuela. Como en todo el fin de semana no había podido mensajear con sus amigos ni pudo visitar a Zenitsu, sí que estaba ansioso de verlos. Nezuko por su lado sostenía la mano de su hermano, el pelirrojo le terminó contando todo a su hermana de convencerla de no decir nada, ésta se había vuelto muy sobreprotectora. Ambos llegaron a la esquina donde siempre se reunían con los demás chicos, mirando de lejos a una cabellera azul y otra rubia.

—¡Kamaboko Gompanchiro!— el primero en notarlos fue el peliazul, que se aventó para abrazar al pelirrojo.

—¡Nezuko-chan!— ahora el rubio era el que había gritado, también aventándose a la chica.

Ambos hermanos correspondieron el abrazo y rieron ante tal acción, solo no se habían visto un fin de semana y ya se extrañaban como si hubiera pasado más tiempo. Suponían que eso de recibir la noticia de su nuevo sexo los había puesto más sentimentales.

—¿Cómo ?— el hermano mayor le preguntó al rubio, no pudo mandarle otro mensaje de apoyo en todo el fin de semana y se sentía un poco mal.

—Estoy bien, aunque fue difícil— dijo recordando todo lo que pasó con Kaigaku, había sido bastante difícil lidiar con él.

El pelirrojo asintió y los cuatro chicos comenzaron a caminar hacia la escuela, platicando entre ellos. Pero en el camino Zenitsu quiso preguntar lo que ya llevaba rato queriendo hacer.

En busca de la felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora