En busca de la felicidad.

Capítulo nueve: Más problemas.

El domingo por la mañana, Zenitsu se encontraba en su habitación haciendo su tarea. Su abuelo había salido dejado solo con Kaigaku, ya que el pelinegro se quedaba con ellos todo el fin de semana. Eso debido a que eran hermanastros, su padre había tenido un hijo con otra mujer mientras salía con la madre de Zenitsu. Durante toda la semana el pelinegro se quedaba con su padre y era mandado los fines de semana con su abuelo, debido a que el hombre usaba esos días para salir con mujeres.

Como la madre de Zenitsu lo abandono al enterarse de que tenía otra relación, el hombre le odio e incluso no fue a su funeral. Eso había provocado que el padre de Zenitsu no lo quisiera porque tenía el color de cabello de su madre, causando también, el desprecio del pelinegro. Y ahora que ambos eran Alfa y Omega, sin duda su relación era peor.

El rubio dejo su lápiz y suspiro cansado, hacer la tarea de matemáticas era frustrante. Mientras pensaba con que distraerse para descansar, llego a su mente lo pasado con Tanjiro y Tomioka. Si, el pelirrojo le había dicho que habían tenido relaciones sexuales, pero no le menciono como habían llegado a eso. Algo sin duda tuvo que haber pasado el viernes cuando no fue a la escuela. Y qué mejor que preguntarle a Inosuke, así que saco su teléfono y comenzó a escribirle.

Inosuke

Oye, Inosuke

¿Sabes que paso con Tanjiro y Tomioka-sensei

el día que falte a la escuela?

Nono senada

Semenos que tu

Porque preguntas?

Curiosidad, pero dime

¿Te fuiste con él de la escuela?

No yotuve club

El sequedo en aceo

Ah, ya

Gracias

(y)

Al finalizar su conversación, sacudió la cabeza, no sabía cómo es que su amigo tenia tantas faltas de ortografía ya estando en la preparatoria ni tampoco porque le había preguntado. Luego de releer los mensajes, una idea llegó a su cabeza. Tal vez su pelirrojo amigo había tenido algún tipo de encuentro con el pelinegro ese viernes y las cosas habían terminado así, pero no podía preguntarle a su amigo ya que sabía que no le diría nada. Algo no cuadraba y tendría que averiguarlo.

Después de eso, se levantó para ir a la cocina y tomar un poco de agua y justo cuando llegaba, se topó con Kaigaku, el cual se encontraba mirando el televisor sentado en el tatami. Zenitsu trató de pasar sin ser notado debido a que quería evitar una pelea, pero en el momento en el que sacó un vaso de la alacena, el pelinegro se giró a mirarle. No habían hablado desde la semana pasada, incluso aunque estaban juntos, procuraban no decirse nada, razón por la que el rubio no espero que le hablara.

—Oye, ¿qué relación tienes con un tal Uzui Tengen?— mencionó el chico con una voz demandante. Zenitsu se estremeció ante la pregunta, ¿Por qué todos últimamente le preguntaban eso? No tenían nada que ver o al menos por ahora.

—N-nada, no tenemos ningún tipo de relación— dijo tímido, encogiéndose por el miedo, no le gustaba que el pelinegro le hablara mucho cuando estaban solos. Además no sabía cómo conocía ese nombre, si ambos iban a diferentes escuelas.

—Ya veo— finalizó y se giró de nuevo a mirar el televisor. Ese momento fue aprovechado por el rubio, quien después de tomar un poco de agua, salió corriendo hacia su habitación.