POR SIEMPRE TUYA (Terminada)

"¿cómo me queda el vestido?"

- deberías de probarte este - exclamó la ojiverde sosteniendo en sus manos un lindo vestido color rosa - no acepto un no por respuesta, anda platanitos

- está bien - suspiro la castaña, no había nada que pudiera negarse si Lauren la miraba de esa forma.

La pelinegra empezó a dar saltitos en su lugar como una niña pequeña causando mucha ternura en la menor. Así que resignada Camila tomó el vestido y camino hacia los vestidores de aquella tienda, cuando ya estuvo adentro de éste, se despojo de cada una de las prendas quedando así en solo ropa interior.

Tomo aquel lindo vestido en sus manos y lo paso lentamente por sus piernas hasta llegar a la altura de su pequeña cintura y así poder meter los brazos

- señora Lauren - exclamó asomando su bello rostro a través de la cortina - podría ayudarme es que no puedo subir el cierre

- oh, por supuesto - a paso firme la ojiverde camino hacia la castaña y entro al pequeño lugar - a ver date la vuelta - ordenó y Camila así lo hizo, dejando así expuesta su espalda a los ojos curiosos de la mayor - empezaré...a....a...subirlo vale, no te muevas - exclamó mientras sentía como se secaba su garganta, por alguna extraña razón la piel bronceada de la castaña la invitaba a tocarla.

¿Será tan suave como se ve? Se preguntaba Lauren mientras colocaba con mucho cuidado sus dedos en el cierre de aquel lindo vestido. La pelinegra debía admitir que la ojimarron tenía un bonito cuerpo, unas piernas gruesas y firmes, unas caderas y una cintura muy delicadas, sus brazos delgados y finos hacían un contrastes maravilloso con el resto de su cuerpo y ni hablar de su grande y bien formado culo. Ese que tanto le gustaba mirar a la ojiverde

- ¿Ya? - escucho la voz de Camila llenando esa pequeña habitación  sacándola de aquella pequeña ensoñacion

- no, no, perdona me distraje un poco - musito sintiendo como sus mejillas ardían por la vergüenza de haber mirado de esa forma el cuerpo de su amiga, con la delicadeza que la caracteriza subió lentamente el cierre del vestido rozando un poco con sus dedos la tibia piel de la ojimarron - listo - Lentamente se aparto de ella dejando así que la castaña se diera la vuelta y quedarán frente a frente.

Sus rostros estaban demasiado cerca, las respiraciones de ambas se mezclaban, el espacio se sentía cada vez más pequeño, el ambiente estaba tenso

- ¿Cómo me queda el vestido? - murmuro Camila mirando directamente los preciosos ojos de Lauren

- te queda precioso - por alguna razón la mirada de la ojiverde paso de los ojos hasta los labios de la castaña.

La ojimarron al darse cuenta donde estaba la mirada de la pelinegra, mordió ligeramente sus labios haciendo que la respiración de la mayor se pausara.

- camz - dijo perdida en esos perfectos labios que tenía enfrente de ella, la necesidad de probarlos se hacía cada más insoportable así que poco a poco se acercó hasta sentir como sus narices se rozaban de una manera fantástica

- señora Lauren - escucharon la voz de la vendedora rompiendo así el momento entre ambas

- si, ya salgo - exclamó Lauren con una sonrisa nerviosa mirando a todos lados menos a Camila