POR SIEMPRE TUYA (Terminada)

"larguèmosno"

Camila siguió consintiendo a Lauren el resto del día, le dió de comer, la ayudo a cambiarse, le susurraba palabras de amor e incluso le canto en un par de ocasiones. Su instinto protector crecía cada vez más hacia la pelinegra, había decidido que apartir de ahora la cuidaría con más  devoción no permitiría que le hicieron daño y eso incluía a su esposo.

Aunque no sabía muy bien como hacer eso, ella se había prometido que haría todo lo que estuviera en sus manos para que Lauren fuera feliz

- princesa - exclamó la castaña mirando el perfil de la ojiverde

- mmmh

- ¿Has pensando en la posibilidad de irte de aquí? - pregunto captando la atención de la mayor

- claro que sí, es mi más grande sueño. Irme y olvidarme de todo, comenzar una nueva vida, ser libre, ser feliz  - susurró parpadeando lentamente mientras saboreaba esas palabras en su boca

- si yo te propusiera huir de aquí conmigo ¿Lo harías? - cuestiono un poco nerviosa la ojimarron

- claro que sí platanitos, sin dudarlo ni un solo segundo - al terminar de hablar se giró lentamente quedando frente a frente a la más baja permitiendo a esta deleitarse con sus ojos - te seguiría a cualquier lugar

- entonces vamos hacerlo - exclamó con una leve sonrisa en sus labios

-¿ hablas en serio?

- jamás en mi puta vida había hablado más enserio como ahora - llevo una de sus manos hacia la mejilla de la pelinegra y la dejo ahí sientiendo el calor que emanaba su piel - larguèmosno de aquí, vamos a esperar a que mejores, a que estés más fuerte y que pueda reunir un poco de dinero. También debo hablar con mis padres, estoy segura que ellos estarán de acuerdo y se irán con nosotras...ya verás que pronto podremos comenzar una nueva vida lejos de aquí, deja todo en mis manos.

Lauren solo asíntio con una nueva esperanza guardada en su corazón, el solo pensar que podría vivir al lado de Camila por el resto de la vida la hacía feliz, la hacía ver qué quizás el mundo no era tan malo como parecía, le hacía pensar que su mala suerte había terminado.

Pero la vida es muy caprichosa, cómo puede ser buena contigo y dejar que obtengas todo lo que quieres y deseas. También puede ser una perra y colocarte muchos obstáculos, hacerte sufrir, llenarte de cicatrices, hacer que luches con uñas y dientes por tener un rayo de luz y misericordia.
Eso era lo que estaban a punto de pasar ese par de enamoradas.
Ninguna de las dos se imaginaba por todo el sufrimiento que debían pasar para poder estar juntas.