"¿que te trae por acá?

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Los días pasaban y Lauren cada vez retomaba sus fuerzas, el sangrado ya se había detenido, los dolores habían abandonado su cuerpo y poco a poco retomaba el color saludable que siempre había tenido, Camila había tomado muy a pecho su promesa de cuidarla, todo el tiempo estuvo pendiente de la mayor, le daba de comer a sus horas, la ayudaba a bañarse, cambiarse y peinarse.

- me estás haciendo muy consentida ¿Lo sabías? - exclamó la pelinegra mientras miraba por el reflejo del espejo como la castaña le trenzaba el cabello

-  es que eres una princesa - ató el cabello de la ojiverde con una pequeña Liga y se acercó hasta darle un beso en la mejilla - te ves demasiado adorable - dijo  viendo cómo las mejillas de Lauren eran decoradas por un lindo tono rosa, mientras sus ojos brillaban

- pero jamás me podría comparar contigo, tu belleza es insuperable mi querida camzi - musito la ojiverde en un tono suave mientras se levantaba de la silla y se daba la vuelta para quedar frente a la bajita

-¿Para donde va señora Jauregui? - pregunto la menor con una de sus cejas alzadas y sus manos posadas sobre su cintura - usted todavía no puede hacer mucho esfuerzo y

- camz - refutó como una niña pequeña - estoy aburrida, además tú anoche prometiste que tocarías el piano para mí hoy - termino de hablar colocando un leve puchero en sus abultados labios

- awww mi amor, que bonita eres. No podría negarme a nada si me miras así y colocas tu puchero - ambas chicas se tomaron de la mano y salieron de la habitación en medio de risas y besos robados. Ambas estaban concientes que sus días sin la presencia del esposo de la ojiverde se estaban agotando así que estaban disfrutando el poder amarse libremente al máximo.

Al llegar a la biblioteca Camila se ubicó en el pequeño banco que estaba enfrente del enorme e impecable piano blanco, estiró un poco sus dedos y con mucha delicada pozo sus manos sobre las teclas.

La melodía empezó a llenar a la habitación deleitando a la pelinegra que veía algo atontada como la ojimarron movía sus manos de manera ágil sobre el piano, su postura era algo recta, sus ojos estaban cerrados mientras tarareaba el compás que ella misma producía

"Maravillosa" pensó Lauren ante aquella linda imágen que la castaña sin darse cuenta le brindaba. Y justo en ese momento se sintió la personas más afortunada del planeta, tenía a su lado a la mujer más hermosa, atenta, cariñosa y amorosa, tenía a la misma definición de perfección, tenía enamorada a Camila cabello y por alguna razón eso hizo que su pecho se inflaran de orgullo. Así que con todas esas emociones apoderandose de su cuerpo se acercó hasta a ella e hizo que dejara de tocar para hacer que se levantará y así poder besarla, tenía esa enorme necesidad de sentir sus besos y sus caricias

- Lolo - exclamó la menor en medio del beso - ¿Que...?

- quiero que me hagas tuya - solo esas palabras bastaron para que la ojimarron se callara y se dedicará a adorar con sus manos y labios a su chica.

Sus besos habían dejado de ser delicados y ahora eran pequeñas batallas dónde ambas luchaban por tener el control, las manos de Camila viajaban por todo el cuerpo de la pelinegra buscando sentir el contacto de esa suave piel que tanto la volvía loca

- ven - dijo la castaña separándose un poco de Lauren y tomándola de la mano para guiarla hacia el escritorio con la intención de subirla allí, pero al momento de estar cerca de el se dió cuenta que estaba ocupado con muchos papeles y libros  - mierda, mejor siéntate en la silla - la mayor rodeo el escritorio para poder sentarse dónde le había indicando la ojimarron. Al ya estar ubicada ahí vio como su chica llegaba hacia ella y se arrodillaba quedando debajo del gran mueble siendo así tapada por este - abre tus piernas - ordenó con su voz un poco ronca haciendo que la creciente humedad de la ojiverde aumentará más

- camz - pronunció algo bajo sintiendo como la menor pasaba sus manos sobre sus piernas mientras quitaba las bragas de encaje blanco que usaba esa mañana. La pelinegra estaba tan sumida en las sensaciones que le brindaba su chica que no sintió cuando la puerta de la biblioteca fue abierta hasta que escucho a lo lejos una voz que se le hacía conocida

- Lauren - con la poca conciencia que le quedaba abrió sus ojos y vio la figura de su madre parada en medio de la habitación - ¿Estás bien?¿Por qué te ves tan agitada? - los nervios de la pelinegra empezaron a subir rápidamente mientras veía como su progenitora se acercaba lentamente hacia ella, así que lo único que pudo hacer fue bajarse el vestido y correr más la silla hacia el escritorio para tapar mejor a Camila

- si, si.....estoy bien madre ¿Que te trae por acá? - pregunto intentando estar tranquila...pero todo fue en vano cuando sintió como la castaña le abría nuevamente las piernas y pasaba dos de sus dedos sobre su intimidad

- quería visitar a mi hija ¿Acaso no puedo? - pregunto indignada clara viendo directamente los ojos verdes de su hija

POR SIEMPRE TUYA (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora