POR SIEMPRE TUYA (Terminada)

"cierra la puerta"

- solo que mmmhh - mordió ligeramente su labio ahogando el pequeño gemido que se quería escapar de su garganta - es...es raro mamá

- aunque no lo parezca me preocupo mucho por ti Lauren  - murmuro la madre de la pelinegra mirando atentamente el rostro de su hija - quiero saber cómo ha estado tu vida en estos meses, ya que no te has dignado a visitarme

- yo...estoy bien - exclamó la ojiverde tratando de cerrar sus piernas pero le fue imposible ya que la castaña había acercado su boca hasta su intimidad dejándola sin fuerzas - cómo puedes ver, no tengo mucho que... Mmh....mierda.... - cerró por un momento sus ojos tratando de calmar toda la ola de placer que su cuerpo estaba sientiendo en ese momento - no tengo mucho que contar y si es todo lo que viniste a decir, puedes irte madre - hablo la pelinegra rápido sin permitirse respirar un solo segundo hasta terminar aquella frase

-¿Que es lo que te pasa?¿Por qué estás actuando asi? - pregunto extrañada clara tratando de acercarse hacia la pelinegra, pero está solo acomodo sus codos sobre la mesa llevando así todo su torso hacia esta, cubriendo así a la menor que estaba más que entretenida en su punto dulce

- no me pasa nada, solo...solo que no entiendo tu visita - la cantidad de esfuerzo que estaba haciendo la pobre ojiverde para no gemir cómo una desquiciada era tan grande que se veía reflejado en las finas venas que se marcaban en su frente - solo dime de una puta vez que es lo que quieres para acabar con esta mierda de inmediato - exclamó rebosando  su poca paciencia

- Lauren Michelle - musito indigna la señora castaña - me haces el favor y no me faltes el respeto. Estás hablando con tu madre, no con cualquier empleada

- no te estoy faltando el respeto, solo te estoy ahorrando a qué.....a qué...Dios - murmuro bajito al sentir como Camila le introducía dos de sus dedos en su interior sin previo aviso mientras con su lengua seguía dándole atención a su ya hinchado clítoris

- Lauren....¿Por qué estás tan roja? - pregunto un poco preocupada colocando la mano en la frente de la pelinegra - Dios estás muy caliente....creo que debería de llamar a Ally para que te revise y

- NO -  grito la ojiverde deteniendo a su madre - tengo cólicos eso es todo...ahora por el amor de Dios dime a qué viniste y no me salgas con que solo es una simple visita, deja de dar tanto rodeos y ve al grano

- necesito que me des dinero - exclamó la mayor suspirando pesadamente - es que quiero comprar algunas cosas y tu padre no quiere...

-¿Cuánto? - fue lo único que dijo Lauren mirando a su madre

- un millón de dólares - soltó como si nada.

La ojiverde abrió la pequeña gabeta que estaba en la mesa saco de ahí dos fajos algo grandes de billetes y se los entregó a su madre que los agarro con una enorme sonrisa en su rostro

- claramente ahí hay más de un millón, espero que te alcance - exclamó cerrando sus ojos y colocando sus manos en su rostro mientras en su mente contaba hasta diez - ahora solo vete

-¿Estás segura? Si quieres podemos comer algo y...

-lo único que quiero es que te vayas - dijo interrumpiendo la ojiverde a su madre

- está bien....como gustes, adiós Lauren visítame pronto...te extraño hija - exclamó dándose la vuelta para salir de la biblioteca

- cierra la puerta - grito Lauren a su madre con su voz un poco ronca debido a la exitación

- por fin solas - musito la castaña al escuchar como la puerta fue cerrada por la madre de la pelinegra

- tu.... pequeña pervertida, me las vas a pagar.