Sin Señal (Countryhumans)

Capitulo Veinticuatro. (Final)

Chile sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, no sabía que hacer tenia la pistola en su mano con un fuerte agarre, pero temblaba.

Por otro lado México se encontraba en la misma situación que su hermano, más el tenía más posibilidad de moverse, pero no podía planear nada con Chile debido a que el hombre estaba a escasos pasos de ellos.

- Al menos aún son obedientes -se acerco aún más-. Será mejor que tires el arma o te recibirás una bala en la cabeza.

- Solo una pregunta -el silencio reino por unos momentos- ¿Que les sucedió a ellos?

Señaló con la mano donde tenía el arma, haciendo que el hombre de atrás mirara al frente.

- Creo que eso no te incumbe -dijo con desinterés.

Más eso solo fue una estrategia de Chile para que bajara un poco la guardia y pudiera desarmarlo, se giro rápidamente, tomo la mano con la que sostenía el arma haciendo que desviará.

Apunto velozmente al hombre listo para disparar justo en la frente del hombre, pero no fue lo suficientemente veloz pues recibió un disparo justo en la sien.

- ¡Chile! -México soltó un grito desgarrador al ver lo que le había pasado a su hermano, fue rápidamente hasta él para auxiliarlo.

- Señor Rusia, está sangrando -el hombre que se cubría su cara con un pasa montañas miro a su jefe bajar las escaleras con tranquilidad.

- Eso no importa ahora -llego al final de las escaleras con un semblante serio y frío- ¿Cual es la posición de Emma?

- Viene en camino y los tiene -bajo la mirada cuando vio a Rusia en frente de él.

- Bien, por fin podré darle al capitalista lo que se merece -se acerco a México tomándolo del brazo con fuerza alejándolo de Chile-. Te encargó que mates a los traidores y me avises cuando Emma este aquí.

- Si señor.

Rusia volvió a subir las escaleras está vez con México quien forcejeaba para liberarse e ir con su hermano, soltaba lágrimas gruesas pues lo que quería era estar con su hermano para auxiliarlo.

Una vez Rusia llegó a la habitación donde tenía cautivo a México lo cargo y lo dejo en la cama.

- Ya me harté de tu maldito comportamiento -le dijo sosteniendo sus muñecas con fuerza-. Soy amable contigo y lo que recibo son rechazos.

Rusia fue a un pequeño buro donde saco un bote con pastillas, luego fue a lado de la cama donde tomo un lazo y comenzó a amarrar las muñecas de México quien se resistía.

- Hice todo por ti, incluso mandé a personas para que te vigilarán, así supe en donde estabas cuando te escapaste -apretó con fuerza el nudo-. Incluso tuve que matar a uno de mis hombres por sobrepasarse contigo.

México abrió sus ojos con sorpresa no podía creer que todo ese tiempo lo habían estado viendo, incluso ese hombre que supuestamente iba a ayudarle trabajaba para Rusia.

- Pero eso ya no importa -tomo el bote de pastillas y saco dos píldoras-. Porque tu y yo nos iremos a un lugar mejor.

Se acercó a México para darle a tomar esas extrañas pastillas, era obvio que no se dejaría, pero no tuvo remedio cuando Rusia apretó sus mejillas con fuerza logrando a que la abriera aún que fuera un poco, le metió las pastillas a la boca y después se la tapo para que se las pasará.

México tosió debido a que tuvo que pasarse las pastillas con dificultad pues se encontraba boca arriba y se le complicó tragarselas.

- ¿Que me diste? -pregunto con dificultad a su captor.