Capitulo Catorce.

468 50 1
                                    

Este día fue completamente inesperado, primero el capitalista llamo a mis hermanos y a mí para preguntar no sé qué cosas sobre el estúpido de Rusia para que después decir que le surgió algo más importante haciéndonos perder tiempo y antes de que nos fuéramos Perú llego corriendo con nosotros con lágrimas en los ojos mientras nos pedía que lo lleváramos lejos y henos aquí en una cafetería en el país del capitalista tratando de calmar a Perú.

— ¿Seguro que no quieres hablar sobre eso?, podríamos ayudarte —le pregunto mi hermana Biel a Perú quien tomaba un poco de café americano.

— Solo quiero olvidar un poco a ese idiota, México siempre me contaba los motivos de sus peleas y aun así pensé que podría cambiar —es tan inocente.

— Es el capitalista, tira la piedra y esconde la mano —recibí un golpe por parte de mi hermana por debajo de la mesa con su zapato.

— Ucrania, trata de ser un poco más delicado con tus palabras —y como siempre me regañara— estamos tratando de calmar la situación y no estas ayudando —

— Seria mucho más fácil si no estuviera el lame botas del capitalista detrás de ustedes —si justamente en la otra mesa estaba FBI escuchando todo lo que decíamos algo que sorprendió a Perú y a Biel.

— ¿¡Que haces tu aquí!? —le pregunto Perú alterado.

— El señor me pidió que lo vigilara —el capitalista siempre cuidando sus "cosas" no se me hace raro.

— ¿¡Al menos puedes ser más discreto!? —no lo creo pequeño Perú.

— Vamos tranquilo Perú, solo finge que no está aquí —Biel intento calmarlo.

— Lo dudo mucho Perú, ellos no conocen esa palabra —siempre les gusta llamar la atención— por cierto, cambiando un poco el tema, ¿no sabes por qué nos llamó el capitalista? —

— El señor quería saber algunas cosas de su hermano —no pensé que él me fuera a contestar.

— ¿Como cuáles? —le pregunto Biel, ella se pone muy a la defensiva cuando se trata de Rusia, lo tiene en un pedestal tan alto que jamás pensaría que podría ser un posible secuestrador.

Yo casi no lo pienso, pero siendo honesto no lo dudaría, después de su mala experiencia con Alemania se volvió un poco más posesivo, casi no lo demostraba con personas extrañas, pero con nosotros ni siquiera lo intentaba disimular, México llego en el peor momento para conocer a Rusia, se volvió tan importante para el idiota de mi hermano que llego a ser tan hipócrita solo para estar con él, si soy completamente honesto en ciertos aspectos se parece a URSS y eso es malo...demasiado diría yo.

— El señor, CIA y yo fuimos a investigar a su casa, no encontramos nada a simple vista, pero aún faltan algunas pruebas de ADN, que hasta el momento algunas han salido negativas —algo no está bien— el señor se siente tan estresado que ya no sabe cómo ayudar, ha llegado incluso en pensar abandonar esto y dejar que INTERPOL se encargue —

— ¡Espera! —y creo que ya se cual es— ¿cuál de las dos casas? —por la expresión de Perú y el repentino giro de sorpresa de FBI asumo que no sabían eso.

— ¿¡A que te refieres!? —corrió hasta mi acorralándome entre el sillón y su cuerpo, ¡que incomodo!— ¡explícate ahora! —

— ¡Rusia tiene dos casas!, una está en el bosque aún que en realidad esa le pertenecía a URSS, la otra está en la ciudad y es la que normalmente usa —estoy temiendo lo peor y por la expresión de todos asumo que también temen a una verdad dolorosa.

— ¿Saben dónde está esa casa en el bosque? —espera...

— ¿Que? —me tomo de los hombros.

— ¿¡Que si saben dónde está su otra casa!? —

— ¡Claro, vivíamos ahí también! —me soltó mirando a la nada, está planeando algo.

— Necesito hablar con el señor —se reincorporo y saco se celular.

— ¡Espera! —Biel eso no es bueno— ¿¡no crees que estas sacando conclusiones muy apresuradas!? —

— Señorita Biel, esto solo será para ir a confirmar —no podrá razonar con Biel ella es bastante testaruda.

— Biel tiene razón —está bien eso no me lo esperaba— no puedes solo hablarle a Estados Unidos por algo que no tenemos confirmado —esto es nuevo— al menos no ahora —de uno de sus bolsillos saco un celular— es de los que me secuestraron, lo tome antes de que me rescataran, tiene varias llamadas a un número, pero no lo reconozco —nos mostró el número y en ese momento sentí un fuerte frio recorrer mi cuerpo.

— ¿Estás seguro que era de esos hombres? —sé que lo que dije antes era verdad, pero había algo dentro de mí que pedía a gritos que me equivocara.

— Si, ¿por qué? —por su mirada sabía que nosotros nos habíamos dado cuenta de algo.

— Es... el —estoy temblando ¿¡por qué mierdas estoy temblando!?— es el nu... número de Rusia —sentía como si mi alma saliera de mi cuerpo.

Biel se dio la vuelta también está en shock, lo llegamos a pensar, pero no queríamos aceptarlo, maldición Rusia espero que sea una jodida pesadilla.

— Lo siento —Perú alejo el celular, pero ¿por qué se disculpa?

— No Perú —me levante de golpe con la mirada baja y me dirigí hasta donde estaba él y lo abrace— no sé si sea cierto o no, pero déjame disculparme desde ahora por las acciones de ese estúpido —Perú correspondió el abrazo sé que también se sentía mal por nosotros, pero no era necesario, el daño no fue a nosotros fue a ellos.

— Siento interrumpir el momento, pero ¿cómo tomaremos pruebas de que Rusia sea el culpable? —nos preguntó FBI.

— Podríamos acercarnos a la casa y mirar de lejos —sugerí mientras me separaba de Perú— aún que también podríamos entrar a investigar —

— Seria muy arriesgado, conocemos a Rusia, Ucrania estoy segura de que sospechara si alguno llega a la casa y más si es uno de nosotros —tenía razón pero que no hable en plural.

— Tienes razón hermanita por eso mismo, seré yo el que entre a la casa —será arriesgado, pero sería todo un honor golpear a ese idiota.

— No seas imprudente Ucrania, piensa en tus palabras y acciones, ¿cómo planeas enfrentarte a alguien más alto y fuerte que tú? —este maldito tiene un buen punto.

— ¿Entonces que sugieres? —todo era tan repentino y debíamos hacer un plan ahora.

— Creo conocer a alguien que pueda ayudarnos —

Espero que sea así por qué en estos momentos tengo una extraña sensación en todo mi cuerpo, como si nos espiaran de lejos. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sin Señal (Countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora