CAPÍTULO III: HARRY POTTER

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-Creo que debes pedir que te cambien de casa Harry.
Escuché a lo lejos.

-No seas tonto Ron, debe hacer encantamientos protectores a su cuarto para que no lo ataque de noche -dijo una voz femenina.

Potter y sus amigos llegaron a la sala común.

Harry y yo hicimos contacto visual por una milésima de segundo, supongo que no quiso que durara más, ya era de noche y quería ir a dormir, así que decidí ir al cuarto a pensar en cuál sería mi próximo movimiento.
Me dirigí a mi cuarto. No podía dormir, Granger y sus amigas creían que yo estaba dormida, y comentaban cosas (claramente sobre mi).

-¿Qué piensan que vino a hacer? -preguntó una de ellas.

-¿No es obvio? a matar a Harry -dijo Granger.

-Todavía es muy joven -añadió Parvati.

-Voldemort no conoce de edades, ni de amor, no le importa encima de quién tenga que pasar para conseguir lo que quiere, ¿Es Slytherin no?

-Si pero ella no lo es -dijo Lavender.

-Tal vez el sombrero se equivocó.

-El sombrero nunca se equivoca -dije levantándome de mi cama y saliendo hacia la sala, no me dejaba dormir su constante chismorreo.

Bajaba furiosa, ¿Cómo pueden hablar así de mi? tenía tantas ganas de lanzarles algún hechizo, pero no podía, no si quería recuperar a mi papá.

Bajaba rápido, así que no me fijé que alguien también bajaba desde el cuarto de los chicos.

Choqué con él.

-Oh lo siento, no me fije -era Harry Potter, se le habían caído las gafas y como es un miope no veía con quien había chocado.

Quise aprovechar la oportunidad para hablar con él, así que alejé sus gafas para que no las pudiera tomar.

-¿Has visto mis lentes? No puedo ver sin ellos.

-Mmm, no los veo -Mentí

-¿Me ayudas a buscarlos?

-Claro.

Empezamos a buscar sus lentes por toda la sala, él apenas veía, por lo que se tropezaba mucho y era gracioso.

-Y ¿Hace cuánto estás en Hogwarts? -pregunté para iniciar conversación.

-Desde primero ¿Como todos no?

-O-Oh si claro, solo que pensé que...

-¿Pensabas que por ser Harry Potter tenía un trato especial o algo así?

-No, para nada, solo no puedo creer que te hayan atormentado con todo a tan temprana edad.

-Bueno... A veces no es fácil. Todos piensan que todo depende de tí, como si supiera qué es lo correcto siendo apenas un niño, se siente como...

-¿Cómo si no tuvieras la oportunidad de vivir tu infancia por las responsabilidades que cargas? -agregué.

-Exacto.

No siempre lo pensé así, tal vez no somos tan diferentes en ese sentido.

-Y tú, ¿Has sentido eso alguna vez?

-Si... Mi padre de hecho, espera mucho de mí, pero yo lo quiero.

-Lo mismo me pasa con mi padrino -rió.

-¿Y a qué bajaste? -pregunté.

-Tenía insomnio, hoy ha sido un día duro.

-Y que lo digas...

UN AMOR INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora