CAPÍTULO VI: MI RELACIÓN CON HARRY POTTER

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Aún no podía creer lo que había ocurrido, estaba completamente segura de que Harry me odiaba, y todo este tiempo resultó ser todo lo contrario. En mí había un sin número de emociones encontradas, me preocupaba decepcionar a mi padre pero a la vez que le hiciera algo a Harry. Tal vez lo estoy empezando a querer de verdad...

Ese día teníamos historia de la magia a primera hora, terminé de desayunar y me dirigí hacia la clase por el sólido pasillo, ya que se me hizo un poco tarde. De pronto sentí como un brazo me halaba y me acorralaba contra la pared.

-Potter -dije apenas lo ví.

-¿No vas a darme ni los buenos días? -rió.

Acercó su rostro poco a poco hacia el mío, nuestras narices se juntaron y nuestros labios se rozaron, desprendiendo un apasionado beso que duró unos minutos.

-Tenemos que ir a clase -refuté.

-Siempre me desvelo en esa clase, el profesor Binns me aburre, siempre me la paso pensando en tí y ¿para qué hacerlo? si te tengo aquí frente a mí -me dijo con anhelo.

-Oye Potter, no conocía ese lado romántico tuyo -reí.

Empezó a acariciar mi cabello, y tomó mi rostro entre sus manos.

-En serio... Me encantaría seguir aquí contigo pero nos vamos a meter en problemas.

-Está bien, vamos -aceptó.

Llegamos a la clase, el profesor estaba recitando las consecuencias de la guerra de los duendes de 1765, nada nuevo.

-Señorita Riddle, señor Potter ¿A qué se debe su tardanza?

-Mmm, tropecé con un charco y todos mis útiles cayeron profesor -Inventé.

Harry me miró con una mezcla de extrañeza y diversión, si yo tampoco sé de dónde saqué una excusa tan tonta.

-Yo estaba hablando con Dumbledore en su oficina -dijo Harry.

-Está bien, tomen asiento -Indicó dos puestos que estaban al fondo.

Empezamos a escuchar la clase de Binns, cuando sentí que la mano de Harry tomaba la mía, de repente la clase se desvaneció, solo escuchaba palabras al azar como "duendes" "muerte" "tratado", pero no me importaba, porque Harry lucía encantador con su torpe sonrisa y sus lindos ojos.

Pasaron unos cuantos días, y todo seguía igual, me sentía en las nubes. No necesitaba prestar atención a las clases porque mi padre ya me lo había enseñado todo, Harry por su parte sí tenía unos cuantos problemas, pero lo ayudaba con los exámenes y los trabajos. Antes de cada clase, o después de las comidas íbamos a un rincón y el resto del mundo desaparecía, esos momentos en los que no nos importaba nuestra procedencia, ni nuestras familias, solo él y yo.

...

Era sábado por la tarde, Harry me había citado en el bosque prohibido, me parecía un lugar tan peligroso, pero eso le daba un toque de emoción a todo esto.

Bajé las escaleras de mármol y me dirigí hacia el jardín que daba al bosque prohibido, ví a un grupo de chicos sentados en una banca, riendo y entornados hacia alguien que estaba recostado, pronto supe de quien se trataba, era Cedric, quien al verme se sentó y me hizo un gesto para que fuera, sería muy sospechoso no atender, así que fuí.

-Hola ___, no te he visto últimamente ¿Todo bien?

-Si Ced, tranquilo estoy bien -dije.

-¿Ced? ¿desde cuándo eres tan cariñosa Riddle?

-No me caes tan mal Diggory, ahora si eres tan amable debo irme.

-Esa es la ___ que conozco -rió.

-Bueno, si no tienes nada más que decirme, me voy...

UN AMOR INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora