CAPÍTULO VIII: YULLE BALL

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Era jueves, día del partido. Cuando me levanté Hermione, Parvati y Lavender ya habían salido así que eso me indicó que iba tarde, al parecer todo lo que ha pasado últimamente me ha dejado exhausta, pero no es razón para perderme el partido, iba a jugar mi amigo. El invierno ya era evidente, era diciembre después de todo, así que me puse la túnica y la bufanda de Gryffindor y bajé corriendo hacia el campo de quidditch.

Cuando llegué noté que estaba repleto, no había ningún puesto desocupado, claro, jugaban Davies vs Diggory, los chicos más populares de todo Hogwarts.

-¡___!, pensé que no vendrías -Oí que me gritaba Diggory mientras se acercaba a mi.

-No me lo perdería, se que es importante para ti -dije con una sonrisa.

-Mira, imagino que no alcanzaste a desayunar, luces como si apenas te levantaras... O sea, te ves hermosa, pero pareces cansada -dijo ante de brindarme un poco de tarta de chocolate recién hecha.

-Oh, muchas gracias... -la probé.

-Espero que te guste, la hice yo.

-¿Cocinas?

-Claro, casi todos los Hufflepuff lo hacemos.

-Me encanta, muchas gracias.

-Bueno, debo irme, te veo luego.

-Claro.

A lo lejos noté que Draco me saludaba con la mano, indicándose que me siente a su lado.

-Buenos días -saludé.

-¿A qué se debe esa sonrisa Riddle? ¿Hay otro chico que te mueve el piso? -bromeó.

-Nada que ver Malfoy.

-Mmm, yo creo que sí -rió.

El partido empezó, todo iba normal, relativamente. Roger Davies era cazador del equipo de Ravenclaw, iban anotando 40 puntos, 30 de los cuales fueron gracias a Roger. Cedric por su parte era buscador, pero no se veía indicios de la snitch dorada, Chang y él estaban atentos, pero esta no aparecía.

A lo lejos pude observar que Harry se encontraba junto a Ron y Hermione (como cosa rara), las graderías de Hufflepuff estaban repletas de carteles que decían cosas como: ¡Vamos Cedric! ¡Arriba Diggory! ¡Ced nuestro campeón! eran tantas que casi no se podían vislumbrar los estudiantes tras ellos.

El partido iba 170-90 a favor de Ravenclaw, no hubo indicios de la snitch hasta que ví que algo se posó frente a Draco, al principio pensé que se trataba de una mariposa, pero supe que era la snitch, al parecer Cedric y Cho también lo notaron, porque vi que venían volando directamente hacia nosotros.

-Y ahí van Chang y Diggory, tras la snitch dorada frente a la torre de Slytherin, van decididos, entusiasmados -narraba Jordan.

Cedric y Cho rozaron nuestros rostros con sus escobas y persiguieron la snitch de arriba a abajo.

-Chang rebasa a Diggory, Diggory rebasa a Chang, Chang hace un amague pero Diggory no cae, se dirigen hacia arriba y arriba y...

Cedric y Cho se habían perdido en las nubes, no podíamos ver qué pasaba ahí arriba, así que solo quedaba esperar.

El frío cada vez se hacía más intenso, mis ojos parpadeaban rápido en respuesta a la ventizca, mis manos estaban congeladas.

No había señal de Cho o Cedric, me preocupaba que algo le hubiese pasado a Cedric, hasta que ví una figura azul y amarilla que se dirigía al suelo.

-Y ahí vienen amigos, persiguen la snitch que se dirige al piso, están cabeza a cabeza, va a atraparla Chang, no Diggory no Chang, no...¡Y la atrapó Diggory!

UN AMOR INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora