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Me giré rápido teniendo claro a quien llamar y me acerqué a su cama.
-Eh, Ji-yeong, vamos despierta. - La sacudí tratando de que se despertara.
-No quiero más comida...- se quejó Ji-yeong aún dormida.
-¿Que...? Oh vamos, ¡Ji-yeong! - Grité.
Ji-yeong se levantó de un salto, alarmada.
-¿Chicago? ¿Que pasa? ¿Porque me despiertas? Es muy pronto.- Dijó mientras empezaba a frotarse los ojos con cansancio.
-Necesito que me acompañes al baño. - Dije rápido.
-Dime que es una broma o te juro que...- la interrumpí agarrandola del antebrazo y arrastrandola conmigo hasta donde estaba la señora, a quien ya le habian abierto la puerta.
-Yo tambien tengo que ir al baño. - Soltó la desconocida.
-Y nosotras.- Agregué, rapidamente.
Ignoré la mirada furiosa que me lanzó Ji-yeong antes de volver a arrastrarla para seguir al enmascarado a los baños.
-Teneis 10 minutos. - Dijo abriendo la puerta.
Entramos las cuatro a la vez, todas con objetivos distintos.
-Malditas mocosas, sois unas aprovechadas. - Mumuró la señora.
Solté a Ji-yeong y me acerqué a la otra chica, quien no paraba de moverse buscando algo.
-Eh, tú. - Le dije haciendo que se girará. - ¿Qué estamos buscando?
-¿Estamos? - Preguntó la chica bastante confundida.
-He visto que tienes una navaja, y te he visto esperando a que le abrieran la puerta a esa señora. - Señalé a la señora de antes, quien ahora estaba fumando y quejandose a Ji-yeong.
-Solo quería ir al baño. - Soltó.
-Si, claro, no te veo muchas ganas de entrar al baño. - Me crucé de brazos.
-Esta bien, intento descubrir cual será el proximo juego. - Siguió buscando.
-¿Y lo vas a descubrir... en el baño? - Me reí. - ¿Tiraras de la cadena del baño hasta que aparezca un papel con el nombre del siguiente juego?
-Que graciosa eres. - Me fulminó con la mirada.
-Gracias. En cuanto a tu idea, es creativa, pero yo probaria mejor a meterme por los conductos de ventilación. -Señalé.
La chica miro al techo rapidamente para despues mirarme sorprendida.
-Soy lista, aunque no lo creas. - Caminé hacia uno de los baños. - Esta muy mal juzgar por las apariencias, chica desconocida. -Me burlé.
Ella simplemente se acercó a donde estaba esperando a que le dijera como entrar.
-Oh por dios, ¿enserio? - Levanté una de las rejillas del techo. - Pareces pequeñita, creo que podras entrar por aquí.
