"Varios jóvenes fueron asesinados de forma animalística en lo que la policía apodó como "La masacre disfrazada". Este suceso causó conmoción entre los habitantes del Pueblo de Las Conchas Negras. Más de 30 jóvenes fueron asesinadas en la casa del dueño de la mina más grande del Perú, Roger Muñoz. Los jóvenes fueron asesinados de formas tan brutales que la policía sospecha que es imposible que una persona haya cometido esos asesinatos. El señor Roger Muñoz, cuyo hijo se encuentra entre las víctimas, ha anunciado que dará todos los recursos necesarios a la policía para continuar con las investigaciones y ha puesto una recompensa de 100, 000 soles a cualquiera que pueda dar información al respecto..."
Gloria apagó la televisión. Dejó el control encima de la mesa con fuerza, destruyéndolo. Abrió el reporte que Agatha le había escrito, lo hizo mientras Anthony se recuperaba. Lo leyó completo.
- ¿Qué te parece?- preguntó Agatha con voz cansada.
- No recuerdo haberte dicho que pudieras hablar.- Gloria Beltrán sostenía un arma y apuntaba a los dos con la misma. Anthony también tenía los brazos levantados, su rostro reflejaba el dolor de tan sencillo movimiento. Los vendajes se le pegaban a la piel y las heridas por poco se le abren.
Gloria Beltrán cerró el informe y lo puso a un lado, por poco se le cae. No estaba acostumbrada a trabajar con la mano izquierda. El arma todavía se mantenía firme en su mano derecha. Esbozó una pequeña sonrisa.
- Tienes un talento natural para la escritura, Agatha. Todo aquí es perfecto- le dio unos cuantos golpes al informe con su palma-: la redacción, la sintaxis, la carencia total de errores ortográficos y gramaticales. Fue una historia amena y entretenida la que me acabas de contar aquí.
En cualquier otra situación Agatha tomaría eso como un cumplido. Pero el arma y tono sarcástico de su tía la hacían pensar lo contrario.
- Y no tienes idea de lo mucho que voy a extrañar tu estilo de escritura.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Agatha confundida.
- Están despedidos. Los dos- Ni Agatha ni Anthony dijeron nada. Tenían una idea más o menos clara de la razón de su despido-. Tienen una semana para irse de mi apartamento y no quiero volver a verlos por aquí.
- ¿Qué pasará con el negocio?- preguntó Agatha-. Te va a ser difícil encontrar a una persona con poderes paranormales (omitió la mención de sus poderes de lobo. Todo lo que había pasado en la casa de Roger muñoz había sido culpa de Charlie Adler). Miró a Anthony-, o a un inventor muy bueno.
Gloria Beltrán carraspeó ante las palabras de Agatha.
- Ya me las arreglaré. Puede que cierre el negocio o haga un par de cambios en la marca, no estoy segura. De lo que si estoy segura es que no quiero tener nada que ver con ustedes. Váyanse de mi casa.
- ¿Podemos ir a visitarte en navidad?
- Lo pensaré. Todavía faltan meses para las fiestas. Los llamaré. Pero si vienen antes les arrancaré el corazón y se los meteré por la garganta. Ahora váyanse.
Agatha y Anthony se miraron por unos segundos, asintieron y se pusieron de pie. Se acercaron a Gloria Beltrán y le dieron un gran abrazo. Ella pensó en dispararles ahora mismo. Ninguno de sus empleados dirá nada. Además, que ellos se encargarían de deshacerse de los cuerpos sin dejar huellas. No habría forma alguna de involucrar a Gloria Beltrán con los asesinatos.
"Si no me sueltan en cinco segundos los mato", pensó.
La soltaron en cuatro segundos. Se despidieron y salieron de la habitación. Agatha se despidió de todos los fantasmas, les contó que había pasado en esa reunión.
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La quinta misión
HumorEs una comedia negra sobre dos "expertos en lo paranormal" que tienen que recuperar unos pendientes que contienen el alma de un asesino en serie. Todo sale horriblemente mal. Hay fantasmas, zombies y hombres lobo en esta divertida comedia sobrenatur...