Tony & Peter | Starker | Antología.

13.- Genio Consentido | P2

Dia 13/Hora del baño

Aclaraciones:

— Continuación del día 7. 

º º º 

Alrededor de treinta minutos Peter abre la puerta, ve a Tony en el mismo lugar viendo algo en la TV, al darse cuenta de su presencia le sonríe y se sienta sobre la cama.

—Tardaste un poco —se queja Tony.

—No me tarde, la sopa no se hace en 5 minutos. —aclara.

—Sí, hay algunas que sí.

—Pero esas no son sanas.

Peter deja la mesita desplegable sobre Tony. La sopa, jugo, donas, al igual que unas pastillas se encuentran sobre ella.

—Que esplendido mi mocoso. —Agradece Tony—. Aunque las pastillas podemos omitirlas.

—Nada de eso. —Peter lo mal mira—. Tómalas primero.

Tony rechista pero las mete en su boca dejándolas a un lado y finge estornudar.

—¿Podrías pasarme un pañuelo? —le pide.

Peter voltea para buscar un pañuelo y Tony aprovecha para sacarlas y esconderlas debajo de la cama.

—Toma. —El castaño le extiende y el mayor lo agarra—. Ahora come, ya vengo, prepare todo para darte una ducha.

Peter deposita un beso sobre la frente de Tony y lo deja para irse al baño. El mayor suspira y come, se siente un poco mal de mentirle, pero pese al dinero y los lujos, nunca se había sentido tan cuidado y protegido como ahora.

Irónico, ya que lo piensa el mismo hombre que es uno de los protectores del planeta.

Tony piensa en su vida, en sus años siendo un niño, nada, sus años siendo un adolescente, tampoco nada y su vida adulta menos. Jamás tuvo esos cuidados, al menos no de la forma tan delicada y sincera en que provenían de su chico.

Cuando termina de comer lo que tenia se pone de pie.

—Oh no, no —dice Peter saliendo del cuarto de baño—. Déjame ayudarte.

El castaño corre hasta tomar a Tony de su cintura y dirigirlo por el lugar, Tony quiere decirle que tiene la fuerza para hacerlo, pero se siente tan enternecido por el acto que lo deja.

Si sus múltiples enemigos lo viesen así, sería la burla del siglo.

—Puedo desvestirme por mi cuenta —susurra Tony—. A menos que tú quieres hacerlo...

Peter siente el tono seductor de Tony, y aunque se ve tentado, lo primero en su mente es cuidar de Tony, así que se aleja y lo deja desvestirse solo mientras tienta el agua.

—Sabes, me gusta verte andar sin camisa —le habla el mayor—. Recuerdo cuando te cohibías apenas te veía sin un poco de ropa

—Es por ti —explica Peter—. Tú me has dado seguridad en mí.

Tony le sonríe y se adentra en la tina. El chico toma asiento a un lado de él.

Peter toma un poco de shampoo en sus manos y lo esparce por el cabello de Tony, masajea cada parte, cuida que no entre en sus ojos, el mayor aunque lo intenta, no evita sonreír en cada caricia de Peter.

Al enjuagarlo el agua cae sobre el short del castaño.

—Quizá deberías quitártelo —sugiere el mayor.

—No lo creo.

Toma una esponja echándole jabón y talla el cuello y espalda de Tony, causando que una sensación de placer corra por todo el cuerpo del mayor.

—Quizá deberías tallar ahora en otras partes.

—Tal vez lo haga —susurra en su oído.

Talla el pecho de Tony con delicadeza y este aprovecha para dejar un beso suave sobre la mejilla del chico. Peter baja por su abdomen y cuando siente algo que no está dispuesto a encargarse al menos por ese momento, se aleja un poco.

—Creo que deberías seguir por tu cuenta —Tony nota el tono entre cortado en la voz de su novio.

—¿Demasiada tentación?

Peter se acerca dando un beso el cuello de Tony, sabiendo que un punto débil del mayor.

—Puedo con ello —se burla Peter, pero le dura poco cuando siente como es jalado a la tina mojándose totalmente—. ¡Tony!

La carcajada de Tony es grande.

—Véngate besándome —pide Tony acomodándolo entre sus piernas y tomándolo de la cintura, pegándolo a su cuerpo.

Peter no se resiste y comienza a besarlo, besos suaves y aún más intensos le siguen, la temperatura aumenta y ellos no salen hasta varios minutos después.