Es tan raro pensar y pensar sin un final y sin un querer nuevo. Es tan raro el descansar pero no estar en paz he intentar culpar a los muertos. Es tan raro el solo pensar en escapar y guardar en mi mochila lo que menos necesito pero que mas quiero y no me atrevo a dejar atrás, olvidado o enterrado en el pasado tal vez queriendo mirar al futuro pero no poder dejar nada de lo que lastima o que deja sin vida hasta a las mas hermosa semilla. Es tan raro pensar en recuerdos malos y no poder controlarlos olvidando el momento que estas viviendo. Pensar en la vida como si de una mariposa se tratara, tan hermosa y agradable pero tan corta y frágil que puede colgar de una cuerda y una falta de respiración con la presión de la cuerda en nuestra garganta asfixiando hasta el mas mínimo grito de ayuda o como una arma sin carga alguna pero con e miedo a escuchar la presión del gatillo en la sien y sentir un escalofrió por el miedo... ¿a que? ¿a morir? ¿a no respirar mas? ¿a ahogarte en tu propia sangre y no poder volver a pararte? tal vez no poder levantarte de tu cama es el principio o solo es que soy débil por no poder hacer algo tan sencillo como agarrar mis zapatillas y caminar hacia mi destino vil y cruel, mi destino que es igual al de todos aquí. Acabar siendo un recuerdo y después algo olvidado por todos o fragmentado esperando que algo de nosotros quede en las personas que hemos amado o salvado pero en todo esto nos hacemos una pregunta, una duda que nos inunda y nos rebota en nuestro subconsciente como una mosca encerrada en una jarra sin escapatoria, intentando volar, escapar y dejar ya esta burbuja que nos agobia una pregunta que nos hacemos cuando salvamos a alguien cuando logramos darle razones para que sane o siga su camino sin miedo a lo conseguido mientras nosotros en la noche en medio de gritos y ojos llorosos nos preguntamos una y otra vez
"esta bien te salve pero dime algo... ¿Quién me salva a mi?"