Veámoslo así, ella era un poco cerrada algo confusa y seria pero todo esto se volvía llamativo, todo eso era su esencia y lo que la hacia ser lo que era y de eso se enamoro el, de sus cosas buenas y malas, de sus errores y sus virtudes, el, el era otra historia, no era nada de lo que ella algún día se hubiera imaginado que existía era como una galaxia nueva para ella, era como un choque de planetas que formaban una explosión gigante pero que a pesar de tanta destrucción y caos ella lo veía hermoso, era un espectáculo para ella pero todo fue bajando poco a poco las flores del jardín se marchitaron y los pájaros ya no estaban allí, se habían esfumado, desaparecido, como si nunca hubieran existido, como si siempre hubiera sido solo caos y desesperación, como si todo hubiera sido así desde un principio, ellos buscaban desesperadamente la manera de que todo estuviera como normalmente estaba pero todo fue en vano, las cenizas cubrían todo el mundo, todo su mundo, y no podían hacer nada para volver a lo que fue antes, no servía nada, ni romper en llanto o rogar al cielo, no serbia luchar o rasparse las rodillas para desenterrar algo de entre los escombros, no servía quedarse callado en medio del sufrimiento o escribir una carta, una de esas cartas que cuando es escrita se escribe con el corazón en la mano y las lagrimas en la hoja, una carta que no es para cualquiera y que no es por cualquiera, una carta que puede parecer un escrito de Dios o del mismo diablo pero sobre todo una carta que a final de cuentas es una...
"Carta de despedida"