—Usted está en estación Olleros.
—Y es obvio que voy a disfrutar cuando llegue a mi meta —responde Alma luego de pensar un gran rato.
—Pero en la meta se disfruta si uno disfrutó del proceso —determina Bruno con convicción.
—¿Y cómo voy a disfrutar el proceso si perdí el control de éste? Además, el proceso es la parte más sufrible de la meta. Disculpá pero es malísimo tu consejo.
—¿Pero vos estás dudando de la carrera porque es difícil o porque no te gusta?
—Porque no me gusta —contesta la chica con frustración—. Pero, ¿sabés cuál es lo peor de todo? Que me di cuenta tarde. Muy tarde. Muchos de mis amigos se van a recibir y yo estoy ahí, de nuevo en el principio. Soy un fracaso.
—Todos tenemos tiempos diferentes, eso no es un problema. Hay unos que viajan rápido y otros lento pero lo importante es disfrutar del viaje, che.
—¡Pero yo estoy atrasada! —exclama Alma con tristeza—. O peor aún, ¡me perdí en el camino!
—¿Sabés qué? Me parece bien que estés así —comenta Bruno.
Y ante ese comentario, la muchacha lo mira mal.
—Próxima estación: Ministro Carranza. Combinación: cercanía con ferrocarril Mitre.
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Hacia la incertidumbre, en constante viaje
Krótkie OpowiadaniaAlma sale de terapia, nuevamente frustrada y angustiada, para dirigirse al subte D. Ya estando allí, apoya la SUBE en la máquina para que ésta la deje pasar y así irse a su casa. Pero un chico, cargado de mochilas, le pide por favor que le pague el...